Un otoño seco dará paso a las 17.28 horas de esta tarde a un invierno que se prevé con temperaturas cálidas y las precipitaciones propias de la estación invernal, según explicó ayer el nuevo delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Asturias, Ángel Gómez. En ese contexto se desarrollarán las próximas fiestas navideñas, en las que predominará el cielo despejado hasta el sábado, cuando habrá cierta inestabilidad aunque no se esperan lluvias o serán muy escasas. Será a partir del martes cuando se puedan producir precipitaciones algo más intensas. En el conjunto del país, el otoño ha sido el más seco del siglo.

Octubre fue un mes "anómalo", con elevadas temperaturas y muy escasas lluvias, hasta el punto de imponerse sobre un septiembre con los termómetros 0,7 grados inferiores a la media climatológica habitual y un noviembre que registró temperaturas propias de ese mes.

En cuanto a las precipitaciones, octubre también fue determinante al registrar un 87 por ciento menos de las lluvias habituales, lo que contrarrestó las de septiembre y noviembre, que superaron las medias habituales en un 6 y un 18 por ciento, respectivamente.

En el conjunto del otoño, las precipitaciones fueron un 20 por ciento inferiores a los valores normales, lo que se explica también por el mes de octubre.

Ángel Gómez también indicó que las rachas de viento registradas en el Principado estuvieron "ligeramente por debajo" de lo habitual, igual que la actividad tormentosa con descargas eléctricas "aisladas" a excepción del 4 de noviembre, que sobresale con 25.4 rayos.

El delegado de Aemet en Asturias también hizo referencia a los valores extremos que se registraron en Asturias durante el otoño que hoy se despide. En este apartado destacó Castropol, donde se registraron 35,1 grados el 15 de octubre, el dato más alto del otoño asturiano y que justificó por la presencia del huracán "Ophelia", que disparó las temperaturas en el conjunto de la región. En el otro extremo se situó Pajares, donde los termómetros registraron la temperatura más baja, con cuatro grados bajo cero el pasado 26 de noviembre.

El otoño seco y cálido que se vivió en Asturias no fue una excepción en el conjunto del territorio nacional. Según explicó Ángel Gómez, España ha tenido en 2017 el tercer otoño más seco desde 1965, sólo superado por los de 1978 y 1981.

Si se tienen en cuenta los once primeros meses del año, este ejercicio ha sido en España de los más cálidos y el segundo más seco desde 1965. Ángel Gómez señaló que aún se espera remontar esta estadística al presentar diciembre temperaturas más bajas de lo habitual. Pero habrá que esperar a que acabe el mes. Aún así, también a nivel mundial, este es uno de los tres años más cálidos desde 1981.

El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Asturias también se refirió a las previsiones para el próximo invierno, para señalar que entre enero y marzo los modelos que manejan los meteorólogos apuntan a que "las temperaturas serán superiores a lo habitual, mientras que las precipitaciones se situarán dentro de la normalidad".

De cara a las próximas fiestas navideñas, Ángel Gómez señaló que las previsiones indican que hoy y mañana el cielo estará despejado, aunque para el fin de semana podría haber mayor inestabilidad, y a partir del martes sí que habrá precipitaciones "más significativas". "Más allá ya es mucho aventurar qué va a pasar", indicó.

¿Estas altas temperaturas y escasas lluvias son la demostración del cambio climático? El delegado territorial de la Aemet explicó que sí. "En los últimos años, a nivel mundial se registran temperaturas más cálidas de lo normal y la tendencia interanual también reflejan un cambio climático en un proceso muy lento, porque los océanos tienen una gran inercia térmica y consumen muchísima energía para calentarse".