Al catedrático de Historia Económica de la Universidad de Oviedo, Moisés Llordén Miñambres, que falleció ayer en su domicilio de Gijón, a los 73 años, tras una larga enfermedad, le hubiera gustado conocer a Jovellanos. Lo confesaba a sus más íntimos. Algunos festejaban que, por fin, pudiera estar más cerca de hacer realidad su sueño.

Urbanista, historiador, jovellanista y gijonés por los cuatro costados, Llordén fue puntal de la Extensión Universitaria en Asturias con el rector Julio Rodríguez pero, además, destacó por su faceta como estudioso del universo jovellanista, la emigración asturiana a Cuba y el urbanismo gijonés. El fallecimiento de este vecino de Somió y socio del Sporting, deja un poco huérfana a Asturias de su saber y de su dedicación académica. En la Universidad ocupó el cargo de vicerrector de Extensión Universitaria durante el rectorado de Julio Rodríguez, quien lo consideró mano derecha durante su mandato. Y desde Gijón, donde ejerció como director de la Cátedra "Jovellanos", que funcionaba en la Escuela de Comercio, dio un impulso a toda esa actividad a través de cursos de verano y seminarios.

Nacido en la provincia de Zamora, en 1944, tierra de su madre, fue vecino de Gijón desde muy joven, "por tanto me considero asturiano", decía él del lugar donde se casó y donde nacieron también sus tres hijos, Rodrigo Moisés, Gonzalo y Beatriz." Creo que soy tranquilo, dialogante, trabajador, muy familiar... Y estudioso; el estudio no se acaba nunca", comentaba él.

Le gustaban los números pero a la hora de elegir carrera tuvo que desistir de Económicas que aún no existía en la Universidad de Oviedo, y optó por ingresar en la Escuela de Peritos. Una vez conseguido el título se dedicó a la dar clases particulares. Un día se preguntó: ¿por qué no voy a seguir estudiando? Se matriculó en Geografía e Historia en la Universidad de Oviedo, y cinco años después se licenciaba con Premio Extraordinario. Pasados otros cinco obtuvo sobresaliente cum laude en su tesis doctoral "La promoción inmobiliaria en Gijón, 1940-1980". Se fue sabiéndolo todo de Gijón, de cómo intervino la piqueta para llevarse por delante verdaderas joyas arquitectónicas, de cómo el afán recaudatorio llevó a conculcar leyes y acabó dejando el Muro a la sombra; o cómo a la vera de una iglesia de corte románico, o un palacio del siglo XV se alzaba una torre de veinte pisos. Su curiosidad nunca encontró límites, lo que le llevó a escribir más de veinte libros. Fue Comendador de la Orden de don Enrique el Navegante, académico de la correspondiente Portuguesa de la Historia, miembro de número del RIDEA, y patrono del Foro Jovellanos, donde desarrolló un brillante carrera hasta llegar a ocupar la presidencia tras el fallecimiento de Juan José Plans. De los jovellanistas recibió un cariñoso reconocimiento a finales de 2015, coincidiendo con el vigésimo aniversario de la creación de la institución.

Su capilla ardiente ha quedado instalada en el tanatorio de Cabueñes pero no habrá celebración religiosa ni acto de despedida. Llordén será enterrado, en la intimidad familiar, hoy en el cementerio de Deva. Se va como siempre fue, un hombre discreto. Orlando Moratinos, director de la Fundación Foro Jovellanos le definió como una persona que "dejaba trabajar y colaboraba con todo". Pese a ser una persona "reservada, luego en el trato corto no lo era tanto". En las más de dos décadas que coincidieron, Moratinos le recuerda como un hombre pulcro en el trabajo: "Llevaba el jovellanismo dentro; si Llordén hablaba estaba bien dicho, y raramente había discusión".

La Universidad de Oviedo mostró también su pesar por el fallecimiento del catedrático, "quien tanto dio a esta institución, engrandeciéndola con su trabajo, su sabiduría y la implicación que le llevó a hacerse cargo del Vicerrectorado de Extensión Universitaria con Julio Rodríguez, de quien fue un estrecho colaborador", manifestó Santiago García Granda. "Fue un hombre honesto y riguroso que dejó una impronta imborrable en la Universidad y en todas las instituciones en las que participó a lo largo de su prolífica carrera", aseguró el Rector. En el alumnado, compañeros y amistades se mantiene viva la memoria de "un prestigioso investigador", que participó también de otras entidades como la Fundación Archivo de Indianos de cuyo patronato aún formaba parte. Para García Granda, Llordén "puso su talento al servicio del estudio de la historia y del mejor conocimiento de Asturias", que dio paso a "un legado que nunca podremos agradecer lo suficiente". También se unieron a las condolencias desde la Fundación Foro Jovellanos. Su presidente, Ignacio García Arango-Jovellanos, le definió como "una persona tranquila, amable, inteligente y sensible" que, además, podía jactarse de ser "la persona que más sabía del urbanismo de Gijón y de la historia de la ciudad". Su "bondad y sensibilidad social", así como su involucramiento con la entidad dejan una huella imborrable.