"Idealizar a un hombre de bien" para que "no se pierda su recuerdo" fue lo que el sacerdote Eduardo Jiménez González pidió ayer a los familiares de Aurelio Menéndez Menéndez, en el funeral de cuerpo presente que ofició, a las cinco de la tarde, en la iglesia parroquial de la Asunción, en el barrio gijonés de El Bibio. Un templo al que acudían a los oficios religiosos Aurelio Menéndez y su esposa, Mercedes García Quintana, y en el que, en agosto de 2005, celebró el matrimonio sus bodas de oro.

Una amplia representación del mundo académico, del Derecho, de la política y de la sociedad asturiana y gijonesa acudió a las honras fúnebres por el exministro de Educación, hijo predilecto de Gijón, catedrático de Derecho Mercantil y Marqués de Ibias, fallecido el pasado miércoles, en Madrid, a los 90 años de edad.

"Fue una persona relevante en lo político, en lo académico y también en lo profesional del Derecho, que tuvo una participación muy importante en unos momentos delicados de la democracia española", afirmó el presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Javier Fernández, antes de entrar en la iglesia en compañía de Genaro Alonso, consejero de Educación y Cultura.

"Cuesta despedirse de alguien a quien uno admira. Era exigente, pero primero consigo mismo", señaló del fallecido, en su predicación, Eduardo Jiménez González, párroco de la Asunción, quien ofició el funeral ayudado por el padre Alfredo Álvarez (SJ), amigo íntimo de Aurelio Menéndez.

También destacó el oficiante que Aurelio Menéndez fue "un ser humano con unas características muy peculiares, pero hay una faceta que no sale mucho: la religiosa". Y es que, como explicó el párroco de la Asunción, "fue un humanista cien por cien, pero de un humanismo marcado por su fe", así como poseedor de la "virtud de ser modesto, sencillo y tremendamente natural".

Por su parte, Paz Fernández Felgueroso, exalcaldesa de Gijón, relató que en su época al frente de la Corporación Municipal "cuando Aurelio Menéndez venía a Gijón siempre me llamaba para decir que aquí estaba para lo que se precisase de él como hijo predilecto. Fue una persona cariñosa y un político de gran importancia".

Mercedes Fernández, presidenta del Partido Popular de Asturias, destacó del jurista fallecido que "siempre hizo bandera de Asturias y de la moderación política. Siempre tenía en su boca a su Asturias del alma".

En primera representación del Ayuntamiento de Gijón acudió al funeral la alcaldesa, Carmen Moriyón. También estuvieron en la iglesia, entre otros, Ignacio Prendes, diputado nacional de Ciudadanos y vicepresidente primero del Congreso de los Diputados; Isidro Martínez Oblanca, diputado nacional de Foro; Cristina Coto, portavoz de Foro en la Junta General; Bernardo Fernández, exconsejero de la Presidencia y exvicepresidente del Gobierno de Asturias; Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, y Mariano Abad, catedrático de Derecho Financiero y Tributario jubilado.

Tras el oficio religioso, los restos mortales de Aurelio Menéndez Menéndez fueron trasladados, en compañía de sus familiares, al cementerio municipal de El Suco-Ceares, donde fueron inhumados en el panteón familiar, cumpliéndose así la voluntad del finado de "reposar junto al mar" en Asturias.