"No voy a ir a los lugares en los que no se me estima o no se me aprecia", aseguró ayer el presidente del Principado, Javier Fernández, para explicar las razones por las que no acudirá al acto de homenaje a Manuel Llaneza que el sindicato minero SOMA organizará el domingo día 25. Después de que LA NUEVA ESPAÑA revelase una conversación en un grupo de mensajería en la que dirigentes socialistas de Mieres y del SOMA planteaban boicotear la entrega de un premio al Presidente, Fernández afirmó ayer en León: "No voy a contribuir a nada que divida al partido, ni por supuesto a nada que vaya a envenenar el acto de convivencia y de respeto de la organización". El Presidente recalcó que ya no es secretario general: "Por tanto, no voy a ir", dijo tras rechazar valorar el contenido de la conversación.

El presidente del SOMA, José Luis Alperi, no quiso valorar la ausencia del Presidente y explicó que la cita se celebrará como cada año en el cementerio civil de Mieres. Allí tomarán la palabra la portavoz del grupo municipal socialista en Mieres, Gloria Muñoz, así como el secretario general de UGT-FICA, Pedro Hojas; el secretario de UGT, Pepe Álvarez, y el propio Alperi.

El sindicato ha enviado invitaciones tanto al PSOE como al Gobierno, con lo que espera sí acudan la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra; el secretario general de la FSA-PSOE, Adrián Barbón, o la secretaria de Organización de la FSA-PSOE, Gimena Llamedo, entre otros.

Simbología

El homenaje a Llaneza concita una simbología diversa. Por el lado de Javier Fernández, porque el histórico socialista era su tío abuelo (el Presidente es sobrino y ahijado del hijo de Llaneza, Arístides Llaneza). Por el del SOMA, porque se trata del fundador del sindicato. Con la central minera en una situación indefinida, negociando su estatus jurídico con UGT, el sindicato quiere que la cita del cementerio de Mieres se convierta en "una demostración de la fuerza" del sector minero ante los dirigentes ugetistas. Y de paso, del papel del SOMA dentro del PSOE de Adrián Barbón.

La conversación en un grupo de Whatsapp revelada por este periódico ha agitado a un PSOE cuya tensión interna se encuentra a punto de la ebullición. Los mensajes fueron enviados a un grupo de unos 50 miembros y constatan un intento de boicotear la entrega al Presidente del premio que concede la asociación "Mierenses por el mundo". "Sobre eso no quiero decir nada", afirmó de forma seca y en tono severo ayer Javier Fernández. En la conversación publicada por LA NUEVA ESPAÑA participan entre otros el exalcalde de Mieres Luis María; el exsecretario de organización del SOMA, José Luis Fernández Roces; el exconcejal socialista Dimas Martínez y el secretario de organización mierense, Eduardo Martín. Incluso proponen que el plante al Presidente se debate en una reunión de la ejecutiva local. El secretario general de la FSA, Adrián Barbón se refirió al asunto el pasado sábado en el comité federal del partido. Censuró que haya trascendido la conversación pero no condenó las intenciones. "Que el Whatsapp de un grupo de militantes, no de un órgano de partido, trascienda y se convierta en objeto de debate público es vulnerar todo límite en política".

El consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, que ayer realizó una visita a Mieres, aseguró preguntado por la polémica: "Todos tenemos mucha tarea por delante para intentar recuperar nuestro nivel, nuestro tono y la tradición histórica que tiene el PSOE en Mieres", en una velada referencia a las pasadas victorias electorales de los socialistas en el municipio, que precisamente concluyeron con el exalcalde Luis María García. Al asunto se refirió también ayer el portavoz del PSOE en la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, al afirmar: "No creo que una parte del partido vaya a poner ahora en cuestión, con un veto o un boicot, la gestión de Javier Fernández al frente del Gobierno". Irónicamente señaló: "Si ya los políticos metemos la pata muchas veces en público, imagínense que podremos hacer en privado".