El sector agroalimentario no llegará a buen puerto sin organización. Así lo pusieron de relieve los especialistas que, ante todo, recalcaron la necesidad de generar redes de confianza entre los propios integrantes de la cadena alimentaria. La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, puso como ejemplo el éxito alcanzado por Ternera Asturiana, con quince años de trayectoria a sus espaldas y ventas por importe de 30 millones de euros en 2017.

"Los miembros de la IGP reconocen que lo más importante para crecer ha sido la confianza que se ha generado entre ellos", señaló Álvarez. Si de algo ha carecido el campo asturiano secularmente es de unidad entre los campesinos. "Por eso es más importante que nunca tener organizaciones de productores fuertes, donde tomen las decisiones los mejores ingenieros y veterinarios, que deben servir de apoyo a ganaderos y agricultores", añadió la Consejera.

Noelia García también se mostró partidaria de trabajar en nuevas fórmulas de organización, en su caso, para desarrollar fórmulas de producción ecológica: "Ahora el volumen de trabajo es brutal; con otro sistema más racional cada uno tendría más delimitadas sus funciones". En el sector de la manzana ocurre lo mismo, constató Gerardo Menéndez: "La ley de calidad de la sidra nos abre a nuevos productos y será fundamental buscar alianzas entre lagares".