La Fiscalía de Menores presentará en breve su memoria respecto a 2017. Entre los datos que resaltan está el incremento, eso sí, ligero, de las agresiones de hijos a padres y abuelos. A lo largo del año pasado se produjeron más de 60 de estos episodios. Según el fiscal de Menores, Jorge Fernández Caldevilla, este aumento de agresiones es "preocupante, aunque no alarmante".
Fernández Caldevilla indicó que el mayor aumento se produjo en el primer trimestre del año pasado. En esos primeros meses del año llegaron a acumularse una veintena de casos de agresiones de menores a sus padres y abuelos, que suponían casi la mitad de los casos del año anterior.
Y es que, en 2016, se produjeron 47 episodios de agresiones de menores a sus progenitores. Esa cifra suponía un fuerte descenso respecto a los casos registrados en 2015, que fueron 57, siempre según datos de la Fiscalía de Menores. Las denuncias de agresión de menores a sus parejas fueron bastante inferiores en 2016, un total de ocho, frente a las diez de 2015.
El asunto preocupa a las autoridades regionales. El año pasado, el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, anunció que se duplicarían las plazas disponibles ante los casos de violencia filioparental, y garantizó que se destinarían 100.000 euros solo al programa de Convivencia en Grupo Educativo, medida que se puso en marcha a finales de 2015 para casos graves en colaboración con la asociación Cruz de los Ángeles. A lo largo de 2016, cinco menores de entre trece y diecisiete años, que habían golpeados a sus progenitores, ingresaron en este programa. Una muestra de que este fenómeno creciente exige destinar cada vez más recursos para garantizar la educación integral de jóvenes maltratadores.
Otro problema relacionado es la incapacidad de algunos padres para controlar a sus hijos. En Asturias se produjeron en 2016 46 de estos casos, según el Servicio de Infancia. Uno de cada diez demandas de protección para menores tienen que ver con esta incapacidad de los padres para controlar a sus hijos. También en 2016 hubo 85 casos de mal comportamiento, como fugas de casa.
