Sara Combarros es la portavoz de la de Comisión 8M en Asturias que se ha encargado de organizar la huelga feminista que tendrá lugar hoy, y que cuenta con el apoyo de un centenar de asociaciones de la región.
- ¿Por qué una huelga?
-Porque las mujeres vivimos claramente una situación de desigualdad y queremos decir basta. Queremos cambiarlo todo y queremos hacerlo ya, queremos decir basta a la violencia machista que sufrimos en todos los espacios y los ámbitos de nuestra vida, a los malos tratos o a las violaciones. También porque seguimos haciendo el trabajo del hogar, que es algo imprescindible, pero que nos acaba invisibilizando, y lo hacemos de forma gratuita y precarizada. Queremos plantar un nuevo orden económico que ponga los cuidados en el centro y que valore y respete nuestras vidas como una cuestión prioritaria.
- ¿Qué barreras tienen aún las mujeres en el ámbito laboral?
-Tenemos trabajos precarios, sufrimos discriminación y una brecha salarial del 23 por ciento. En Asturias las mujeres rurales están, por ejemplo, totalmente invisibilizadas. Las mujeres tenemos que asumir dobles jornadas laborales. Primero en nuestro empleo y luego en el hogar, y esto implica que tengamos que asumir contratos a tiempo parcial, precarios, y todo esto tiene consecuencias importantes sobre los salarios.
- ¿Por qué cuesta tanto romper ese techo de cristal?
-Ha habido avances. Las mujeres seguimos siendo ciudadanos de segundo orden en esta sociedad. No podemos acceder a puestos de poder porque sigue habiendo esa discriminación y ese embudo que no nos permite llegar con la misma facilidad que los hombres a esos puestos.
- ¿Sigue habiendo trabajos para hombres y trabajos para mujeres?
-Sí, y eso se refleja ya, incluso, en las carreras universitarias. Enfermería, por ejemplo, es una formación totalmente feminizada. Por contra, las ingenierías están muy masculinizadas. Eso se refleja en el mercado laboral.
- Hay dos convocatorias para la huelga, ¿por qué?
-Dentro del ámbito laboral tenemos un marco legal que hay que respetar. Por lo que se pueden hacer dos seguimientos, el parcial, de dos horas por turno, o el de 24 horas, que cuenta con todas las coberturas legales.
- Y los hombres, ¿qué pueden hacer hoy?
-En las asambleas decidimos convocar paros mixtos en el ámbito laboral, el educativo y el de consumo. Y en el ámbito de cuidados tenemos que parar nosotras, alguien se tiene que ocupar de ellos.
- ¿Qué pasará a partir del viernes?
-La huelga no es un fin, es un medio. Va a cambiar el país y Asturias. Es algo histórico. Que durante estas semanas haya estado en la sociedad el debate sobre la brecha salarial o los cuidados supone un punto de inflexión y significa que las cosas cambiarán.
- También hay quien ha criticado esta huelga, incluso algunas mujeres. ¿Cómo les sientan esas palabras?
-Cada mujer puede opinar de diferente manera. Más que cargar contra alguna mujer, te diría que el ideario que ha sacado el PP sobre la huelga deja ver que no sigue el ritmo de la sociedad. Ésta no es una huelga elitista, es una movilización que se ha construido desde los barrios. Tampoco es un enfrentamiento entre hombres y mujeres, todo lo contrario. Es una propuesta para mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
