El viento frío del invierno no impide disfrutar, cuando luce el sol y Asturias vuelve a brillar con intensidad tras los últimos temporales, de lugares con tanta belleza y tan únicos como la braña de Tuiza, en Teverga, aun teniendo en cuenta el mal estado en que se encuentran algunas de sus construcciones. A 1.100 metros de altitud y muy cerca ya del puerto de San Lorenzo, por donde se cruza al vecino concejo de Somiedo, está esta braña que se asoma, curiosamente, al borde de una gran curva de esta carretera.
Paz, sosiego y belleza es lo que se siente allí donde lo que manda es el sonido del viento, pasando entre árboles y los habitáculos, y la inmensidad de lo que se tiene ante los ojos, una Asturias que, por más que se mira y se visita, nunca deja de sorprender a quien la viaja y la disfruta.
En el caso de esta braña, y aun a pesar del deterioro que el mal tiempo ha incrementado en algunas de las construcciones, especialmente en el tejado del teito central, sigue llamando la atención no sólo por su importancia etnográfica, sino también por la que tiene, y es comprensible, para los dueños de las cabañas y los teitos que aún siguen en pie .Y es que Tuiza, en esa lucha por la supervivencia, sigue siendo hermosa. Los amantes de la fotografía encontrarán aquí muchos rincones que llevarse en la cámara. Por ejemplo, las tonalidades de las piedras oscuras y en ocasiones un tanto anaranjadas debido, según señalan, a su carácter ferruginoso.
Tuiza forma parte de la ruta vaqueira, por ser de origen vaqueiro los ganaderos que siguen subiendo las reses a los pastos altos y puertos desde la primavera hasta el otoño, como hicieron sus predecesores. Antiguamente los vaqueiros pasaban la temporada de verano en las brañas al cuidado del ganado antes de bajar a los valles con los primeros fríos, viviendo en las construcciones levantadas en dichas brañas y en las que convivían el ganado y las personas.
Desde Tuiza sale esta ruta vaqueira que lleva hasta la pequeña braña de El Tronco, con un teito a pie de senda, para continuar luego a la braña de Rebel.lón, con un importante número de cabañas, algunas de teito, y donde también hay una fuente. De todas ellas destaca una de planta circular. Para los no habituados a caminar mucho éste puede ser el destino de esta ruta para regresar por el mismo sitio. Quienes si lo estén deben seguir hasta la laguna de La Canalada, la campera de Troméu y la braña de L.lamaraxil, hasta Campagranda, Llanu Cimeru y finalmente el puerto de San Lorenzo. Unos siete kilómetros para estrenar la primavera.
