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Tercer grado para la etarra Olga Sanz tras cumplir 20 de sus 71 años de condena

La arrepentida, ingresada en el CIS de Asturias, podrá vivir ahora con su hijo

Olga Sanz. LNE

El arrepentimiento tiene sus frutos. La etarra Olga Sanz Martín, condenada a 71 años de prisión por intentar matar al exconsejero vasco de Interior Juan María Atutxa y al presidente del PP en esa comunidad en los años noventa, Carlos Iturgáiz, ha obtenido el tercer grado y está ahora ingresada en el Centro de Inserción Social (CIS) de la cárcel asturiana.

Sanz fue una de las últimas reclusas por terrorismo en dar la espalda a la banda. El año pasado escribió una carta pidiendo perdón y ya obtuvo de la Audiencia Nacional un permiso carcelario. Ahora disfrutará de un régimen semiabierto, que le permitirá vivir con su hijo, un caso muy similar al de la etarra Sara Marjarenas, que lleva el último año viviendo con su hija -que fue apuñalada cuando tenía dos años por su padre en la localidad levantina de Benifayó- en un centro de acogida y que acaba de ser puesta en libertad de forma definitiva.

La situación de privilegio de Olga Sanz provocó algunas quejas por parte de reclusas, que criticaban que pudiese disfrutar de más encuentros vis a vis con su pareja, también exetarra, que el resto de los presos. La cárcel asturiana sigue siendo clave en la política de rehabilitación de los presos etarras.

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