El País Vasco es, con diferencia, la comunidad autónoma que más invierte por universitario: 8.976 euros al año. Es prácticamente el doble de lo que gastan Extremadura, Andalucía o Baleares, que no pasan de los 4.900 euros por alumno, según los últimos datos publicados por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, que esta semana dio a conocer los resultados de su análisis del sistema universitario español en perspectiva autonómica. El informe deja en buen lugar a la comunidad asturiana que asciende hasta la quinta posición en inversión por alumno, un capítulo al que se destinaron 6.913 euros en el curso 2015-16, el último del que existen datos. Pero evidencia también una brecha entre Norte y Sur.
A los líderes vascos en este análisis le siguen como comunidades más inversoras: La Rioja (8.555 euros por alumno), Navarra (8.092 euros por alumno) y Cantabria (7.522 euros por alumno). A la cola del gasto se sitúan también Cataluña, Murcia o la Comunidad Valenciana. Todas por debajo de los 5.000 euros.
A la cola del gasto se sitúan también Madrid, Murcia, Cataluña o Castilla la Mancha donde apenas superar el umbral de 5.000 euros por estudiante universitario.
Los expertos señalan que la brecha del gasto entre comunidades , una situación que se prolonga desde hace años, tiene su reflejo en los resultados educativos y está provocando una división clara entre comunidades. Las mismas fuentes hablan de "un Norte con un nivel socioeconómico, en general, más elevado y que además gasta más en educación". Y, por otro lado, existe un Sur, con un nivel socioeconómico más desfavorecido que, además, "invierte menos en educación", precisan los expertos.
Abandono temprano
El último informe PISA, la más popular de las evaluaciones internacionales sobre educación en la etapa preuniversitaria, refleja con claridad esas diferencias entre el Norte y el Sur en cuanto a resultados aunque paradójicamente el País Vasco empeoró sus datos. También es evidente en las cifras sobre abandono educativo temprano: a menor inversión sube el porcentaje de alumnos entre 18 o 24 años que no acaba la secundaria o sólo tiene el título de ESO y no sigue estudiando.
En la etapa universitaria, Madrid se encuentra a la cola en inversión, ocupando la posición 14.ª por comunidades autónomas pero presenta mejore registros en los resultados académicos, donde los asturianos lideran las posiciones de cabeza en suspensos, pues terminan más tiempo que en otras regiones en otras comunidades autónomas. De hecho, un 12% de los egresados asturianos finaliza sus estudios más allá de los treinta años, una realidad que no preocupa mucho al Rector. Santiago García Granda entiende que "lo importante es que terminen los estudios. Lo ideal sería sacar el grado en cuatro o cinco años pero no me parece mal si se imponen su propio ritmo", agregó el máximo responsable de la institución académica. "Lo que me preocupa es que acaben la carrera, no los años que estén en la Universidad", valora García Granda, siempre que se cumpla el principio de que los recursos destinados a la formación de esos alumnos reviertan después a la sociedad.
La falta de inversión, opinan los expertos, abunda en las diferencias. Así, las regiones con un nivel socioeconómico más bajo, acaban por repercutir esa realidad en el resultado educativo de los niños y en etapas sucesivas. La solución a esta diferencia pasaría por una apuesta a escala nacional para garantizar una mayor inversión en aquellas comunidades menor nivel socioeconómico. Entre 2009 y 2014 todas las comunidades recortaron su gasto por alumno salvo Extremadura.
