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Familias de acogida, héroes del día a día

La asociación AFAPAS anima a recibir a niños sin hogar para darles la oportunidad de salir del abandono

Familias de acogida, héroes del día a día

No se trata de dar un niño a una familia, sino de dar una familia a niños que por distintos motivos no pueden estar con sus padres. En Asturias había al cierre de 2017 cerca de 70 familias de acogida con las que conviven menores sin vínculo de parentesco, pero a los que ofrecen un hogar, el suyo, de manera indefinida o hasta que son adoptados, según el programa. Son héroes anónimos, desconocidos incluso entre ellos. Por eso ahora han dado el paso para impulsar la Asociación de Familias de Acogida del Principado (AFAPAS), como un espacio en el que tratar cuestiones que les afectan a todos y organizarse como un único interlocutor ante las administraciones.

Germán Sánchez y Begoña González representan un caso especial. Hace cinco años decidieron hacerse cargo de tres hermanos en el modelo de acogimiento permanente. Es decir, no pasarán al programa de adopción ni volverán con su familia biológica. Serán ya sus hijos para siempre, igual que sus dos hijas biológicas, ya veinteañeras. "Cuando nos lo planteamos, pensamos en acoger dos, porque uno se encontraría solo. Pero nos plantearon el caso de estos tres hermanos y aceptamos".

María José Antiñola es otro ejemplo de un caso muy especial. Ella y su marido tienen tres hijos biológicos, que eran pequeños (el menor tenía dos años) cuando decidieron acoger a un bebé que no tuviera familia. En 13 años pasaron por su vida siete niños, al pertenecer a un programa de acogimiento temporal en el que los niños están como máximo dos años con la misma familia. Excepto el último. Llegó a su casa con siete días y lleva siete años. "Yo noté que el niño estaba siempre tenso, rígido. Le hicieron pruebas médicas y dimos vueltas pensando que tenía una patología física, hasta que se descubrió que tiene una deficiencia mental. ¿Cómo lo iba a dejar tan pequeñín marchar? Lo hubieran llevado a un centro porque ninguna familia hubiera querido adoptarlo. Así que pedí al Principado que por favor me lo dejaran hasta que se aseguraran de que iba con otra familia. Y excepcionalmente me lo concedieron.

Enrique Sánchez es el presidente de AFAPAS. Él y su mujer se convirtieron en familia de acogida porque le sorprendió un anuncio en Internet. Decía: "¿Quieres tener menos tiempo para ti y hacer feliz a un niño?" . "Cliqué y lo que leí me impactó. Así que llevé a mi mujer a una entrevista personal sin que ella supiera a dónde iba. Nuestros hijos ya no vivían con nosotros, y nos decidimos por el acogimiento temporal para niños recién nacidos hasta tres años. La primera fue una nena que llego a casa con siete días y a los cuatro meses la llevaron en adopción. Luego vino un niño para estar ocho meses y estuvo hasta los veintidós. Cuando se fue... lloramos muchísimo y dijimos que nunca más. Nos fuimos de vacaciones y al volver encontramos la casa tan vacía que volvimos a por otro".

Una dura prueba

El proceso de selección de una familia de acogida es "muy duro", para evitar al máximo lo que denominan "rechazos", que no es más que devolver a un niño a un centro. "Es terrible para un niño criarse en un centro. Nosotros tuvimos una niña que con nueve meses no se dejaba coger, ni abrazar ni nada. A la semana de estar en casa era otra. Hasta los pediatras les notan el cambio.

Estas familias cuentan con apoyo psicológico continuo, porque "hay situaciones muy duras, sobre todo cuando los tienes contigo muchos meses y luego se van. Pero te enseñan a pensar que van con una familia que van a ser su padre y su madre, que van a estar bien y ser felices", señalan.

Estas familias quieren animar a otras a unirse a esta misión de acogimiento, que dirige la Consejería de Servicios y Derechos Sociales en colaboración con Cruz Roja y con la asociación Meniños. "Los pequeños están muy bien atendidos en los centros, pero necesitan el calor de una familia, un hogar", asegura Begoña González. "El 50 por ciento es biberón y el otro 50 por ciento amor", apostilla Enrique Sánchez.

Animar a acoger a niños sin hogar es una de las labores que se ha marcado AFAPAS, además de captar socios y presentarse como interlocutor de todas ellas ante la Administración para conseguir superar problemas comunes. Son héroes reales del día a día.

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