Si bien podría ser éste el título de una nueva asignatura para añadir al currículum de nuestros jóvenes, la verdad es que nuestra sociedad tiene planteado un verdadero problema con respecto al tiempo y a la forma de entender el ocio y la diversión, y en especial la de nuestros adolescentes.

Concretamente en Luanco, este problema se viene dando ya desde hace varios años con una regularidad asombrosa (todos los sábados, entre las 18.00 y las 22.00 horas), en la que concurren diferentes aspectos propios de la llamada «violencia juvenil»: venta y consumo de drogas y alcohol, peleas, «violencia vial», incumplimiento de leyes y normativas por parte de algunos profesionales del sector de la hostelería, dejación de funciones educativas por parte de algunos padres -concretamente la de aquellos que tienen en sus hijos a unos auténticos delincuentes-, ausencia total de programaciones alternativas de ocio diseñadas desde las concejalías correspondientes de nuestro Ayuntamiento y, esto es lo peor y más lamentable, la negación reiterada y necia de la existencia de este tipo de violencia por parte del señor Alcalde y el concejal de Seguridad.

Por otra parte, y teniendo todo esto en cuenta, desde nuestro grupo municipal venimos insistiendo a lo largo de todo el mandato sobre la gravedad de este problema y, también, sobre la posibilidad de que se produjesen episodios de la gravedad de los ocurridos el pasado sábado.

Creemos, y además los hechos así lo confirman, que las políticas en esta materia (en el caso de que se desarrollen) tienen que estar sustentadas desde la prevención, porque es precisamente donde existen más posibilidades de éxito a la hora de erradicar este tipo de violencia.

Por eso, nuestro grupo comenzó un proceso de mediación resolutivo con la intención de involucrar a todos los sectores afectados por este problema, para buscar y confeccionar las medidas necesarias a tomar. El proceso en sí nació lastrado desde su origen (muy a pesar nuestro) porque el equipo de gobierno del PP, y concretamente el señor Alcalde y el concejal de Seguridad, no sólo no se sumaron a él, sino que pusieron todos los obstáculos que pudieron para desprestigiarlo (repito: en su lógica no existía ningún problema de violencia en Luanco).

Ahora, «a toro pasao», sin reconocer ninguno de sus muchos errores y por supuesto sin pedir perdón, parece que por las declaraciones hechas en la prensa, el señor Alcalde (el concejal todavía no abrió la boca) quiere sumarse al proceso resolutivo.

Pues bien, nos alegra que así sea, ya que lo importante es ponerse a trabajar para solucionar este problema, en el que estamos directa o indirectamente involucrados todos. Rectificar, como suele decirse, es de sabios, pero prevenir, a través de una educación para el ocio, es de más sabios todavía, ya que con ello promovemos la convivencia y el progreso de nuestros ciudadanos (principios fundamentales de la acción política en democracia).

Pablo Fernández Fernández es concejal de IU-BA en Gozón.