De toda su persona se desprendía un algo indefinido y profundo que atraía e inquietaba.

Ana de Valle

Así nos hablaba de su hermana, Nieves Arias Iglesias, la poeta avilesina Ana de Valle. Nieves Arias fue una mujer valiente y comprometida, hija de la época que le tocó vivir y al mismo tiempo fue una mujer a contracorriente, cuya historia quedó siempre en la sombra.

Fue, sin embargo, una mujer cuya trayectoria aportó mucho en la lucha por la emancipación de las mujeres avilesinas. Es una de las tres primeras mujeres en formar parte de un equipo de gobierno local en la ciudad de Avilés. Este hecho tiene lugar durante el período que va del 31 de mayo al 7 de octubre de 1937. Isabel Palacio Fernández representaba al Partido Socialista; Nieves Arias Iglesias, a las Juventudes Socialistas Unificadas, y María Suárez González, al Partido Comunista. Éste es un hecho de gran importancia simbólica para las mujeres de Avilés, aunque no podemos dejar de señalar que las tres mujeres aparecen en calidad de suplentes.

Para rescatar la memoria de Nieves Arias Iglesias tenemos que acercarnos a la de su familia. Nieves era hija de Francisco Arias, afilador y jornalero, natural de Torbeo, Lugo, y de María Iglesias, maestra de Sabugo, Avilés. De la infancia de Nieves nos habla su hermana Ana en uno de sus poemas:

«Su clima de niña nunca fue muy alegre. / Los juegos bien pronto le quedaron pequeños? / Devoraba los libros / como devoraba el pan de cada día, / el pan familiar / con limpieza y esfuerzo conseguido».

Compartía con Ana de Valle su temprana pasión por la lectura, quizás esta formación intelectual autodidacta hace que desde muy joven Nieves Arias tenga inquietudes sociales. Al igual que su hermano Celestino y que su hermana Ana, cuando llegan los difíciles tiempos de la guerra civil, Nieves ve la necesidad de defender la República, democráticamente constituida, a través de la participación en la Agrupación Socialista.

Según datos procedentes de la relación de afiliados del año 1937, en ese momento, formaban parte de la Agrupación Socialista de Avilés 340 personas, de las cuales 72 eran mujeres. Sin embargo, solamente 9 de ellas habían comenzado su militancia antes de abril de 1937:

«Anita González Vega, 37 años, labores. 1 de mayo de 1932.

Anita Arias Iglesias, 36 años, labores. 1 de junio de 1936.

Nieves Arias Iglesias, 26 años, comercio. 1 de diciembre de 1936.

Isabel Palacio Fernández, 49 años, maestra nacional. 2 de diciembre de 1936 (procedía de la Agrupación Socialista de Salas).

Covadonga Pérez Rodríguez, 26 años, labores. 4 de enero de 1937.

Amelia Fernández García, camarera. 23 de marzo de 1937.

Celestina López Mariño.

Generosa García.

María Suárez González.

Entre ellas encontramos a Nieves Arias Iglesias formando parte de la agrupación desde el 1 de diciembre de 1936, su hermana Ana también aparece. Otros nombres en esta lista nos resultan familiares: Isabel Palacio y María Suárez, las otras dos mujeres que formarán parte por primera vez de un gobierno municipal en Avilés. A partir del 14 de mayo de 1937 Ana de Valle se encontrará al frente de las mujeres socialistas de Avilés como Secretaria Femenina.

Las actividades que Nieves Arias desarrollaba en este grupo iban dirigidas fundamentalmente a la concienciación de las demás mujeres de la ciudad. También se pretendía formarlas y capacitarlas en diferentes tareas para que pudieran hacerse cargo de la complicada situación que se vivía en la retaguardia. Según Isabel Cueva, la Agrupación Femenina Socialista de Avilés era una de las agrupaciones más activas a nivel regional, así nos resume las tareas que realizaron durante los meses de junio, julio y agosto de 1937:

- Difusión a través de la prensa de los postulados socialistas.

- Gran acto femenino de propaganda socialista.

- Charlas de preparación sindical.

- Conferencia a cargo de un ex sacerdote sobre el tema «La Iglesia ha influenciado y esclavizado a la mujer a través del confesionario [?]».

Uno de los cometidos que consideraban de primer orden era la defensa del socialismo a través de la prensa. Así, en la prensa local, hemos encontrado dos artículos firmados por Nieves Arias Iglesias, que en aquel momento ostentaba el cargo de Secretaria Femenina de las Juventudes Socialistas Unificadas. La primera de las colaboraciones tiene fecha del 29 de noviembre y la segunda de 3 de diciembre, ambas del año 1936.

En la segunda colaboración, titulada «Llegó la hora», Nieves realiza una llamada apasionada a los jóvenes avilesinos para que se dispongan a defender la República:

«"Llegó la hora?": Llegó la hora antifascistas todos, sin distinción de matices políticos, en que todos, absolutamente todos, pongamos por encima de bajos y abyectos egoísmos personales el deseo, la acción común, el esfuerzo sobrehumano, que nos conducirá hacia esa verdadera República que todos vislumbramos, y de la que todos también habremos después del triunfo de disfrutar. [?] este gobierno formado por camaradas salidos de la entraña misma del pueblo se verá en la necesidad de incorporarlos a filas, y nosotros, socialistas, anarquistas, comunistas y republicanos, vosotros, los sin partido, pero que forzosamente estáis bajo el control de un sindicato obrero, no podemos en ningún modo permitir que esto llegue a realizarse, Avilés, el Avilés indomable de ayer, de hoy, y de mañana [?]. Nieves Arias, Secretaria Femenina de la JSU.»

Las colaboraciones en prensa de Nieves nos dan una idea de lo activo que era el grupo de mujeres de las Juventudes Socialistas Unificadas. Según el acta del Pleno regional celebrado el 4 de julio de 1937, había en ese momento 75 avilesinas afiliadas y Nieves Arias Iglesias, con tan sólo 27 años, era su representante. Todo el trabajo realizado por ellas durante los meses que dura en Asturias la guerra civil se verá truncado con la llegada de las tropas franquistas a la ciudad el 21 de octubre de 1937. A partir de este momento, la huida se vuelve inevitable para Nieves Arias y para su familia. Del puerto de Avilés, al igual que del puerto de Gijón, salen barcos con dirección a Francia. Una vez en Francia, la población refugiada emprendía su viaje de regreso a la parte de España que aún era republicana entrando por Cataluña. Allí, muchas socialistas avilesinas se unieron a la «Agrupación Socialista de Refugiados Asturianos», entre ellas estaba Nieves Arias, junto a su hermana Ana de Valle y a su joven sobrina Ana María del Valle Arias, que tenía tan sólo 17 años. También pertenecían a dicha agrupación Acacia Pérez y Dora Suárez Suárez. Acacia era la compañera del alcalde republicano Ramón Granda, quien tiempo después sería fusilado en la cárcel del Coto de Gijón.

En 1939, una vez que termina la guerra civil, comienza el éxodo definitivo para las personas que defendieron la República. Nieves Arias, Ana de Valle, y la joven Ana María del Valle Arias huyen a Francia, esperando que el exilio sea temporal, sin saber que duraría tantos años. Nieves Arias Iglesias vive el exilio en Bélgica, otro de los países que acogió a tantas personas que buscaban refugio huyendo de la guerra civil. A pesar de que allí pudo comenzar una nueva vida, sufrió siempre la ausencia de su amado Avilés, aquel sobre el que un día escribió ilusionada y llena de esperanzas «Avilés, el Avilés indomable de ayer, de hoy, y de mañana», aquel que ya nunca volvería a ser el mismo.