S. F.

Saúl FERNÁNDEZ

La ficción se aleja del sentido común cuando el sentido común lo da el dinero disponible. «El mundo del documental vive un auge de un tiempo a esta parte más que evidente», señaló Toni Bestard, uno de los cortometrajistas más premiados de la actualidad, un nombre repetido en todos los certámenes de cortometrajes. «He venido a Avilés, cuando tenía que estar en Cannes», anunció el mallorquín, el autor de «El anónimo Caronte», su primer documental tras una larga y procelosa carrera en la ficción.

«Los documentales son una especie de terapia antes del largometraje que estoy preparando», anunció. Después de los cortos, el documental. Y tras ellos, el largometraje, la ambición de todos los autores, según se desprendió de las palabras del director mallorquín.

La jornada de ayer del Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés se abrió con la presencia de Nacho Carballo, que volvió a anunciar, otra vez, el estreno de «Killer», el cortometraje que el Ayuntamiento de Avilés premió el pasado año con 6.000 euros, cuyo primer estreno desbordó todas las expectativas -Pilar Bardem y Sancho Gracia, mediante- y cuya aceptación por parte del público resultó más bien tibia. «La prensa publicó críticas exageradas de la película, al fin y al cabo se trataba sólo de un corto», admitió. «Aquella copia fue mala y fue mala porque no llegábamos al día del estreno», confesó el director gijonés, quien, en todo caso, mostró su satisfacción por «volver de nuevo a Avilés» («Avilein», dijo en referencia a «Killer»), «la ciudad que me está dando tanto».

Jorge Iván Argiz, director del Certamen de Cortometrajes, explicó que la tradicional sección «Un vistazo atrás», en lugar de pasar de nuevo cortos ya premiados, «recordará este año los proyectos del premio de guiones». «Killer» -un serie B postapocalíptico- se pasó ayer. «Pero esta copia no es definitiva», dijo Carballo. «El estreno definitivo será en julio». Y será el tercero.

El programa del certamen se completó con la exhibición de «Último tren a Tahití», de Carlos Navarro, y «R.S.U», de José Manuel Carrasco y César González. Tras los jóvenes realizadores tocó al turno a los documentales. Junto con el de Toni Bestard se pasaron «Castañuela 70», de Manuel Calvo y Olga Margallo; «Buscadores», de Ana Monescillo; «El hombre feliz», de Lucina Gil; «Carabanchel, un barrio de cine», de Juan Carlos Zambrana, y «Debajo de sus faldas», de María Suárez y Esteban Varadé. La «Vídeo sesión loca» de Borja Crespo estaba anunciada para el final de la primera jornada avilesina de los cortos en Avilés. Una noche gamberra de amor al cine más barato.

Enrich Folch y la actriz Leticia Dolera presentan esta mañana «Presumptes implicats», un largometraje de Enrich Folch que se pasará en Avilés en versión original en catalán con subtítulos en castellano. Esta comedia, en la que también interviene William Miller, es una producción hecha directamente para la televisión catalana. El filme se pasará en el auditorio de la Casa Municipal de Cultura a partir de las ocho menos cuarto. Para las once y media, en el auditorio, también está prevista la VI Noche de culto de Jesús Palacios, que en esta edición estará dedicada al recuerdo de Robert E. Howard. Habrá sorteos.