-¿Quiénes han sido las primeras víctimas de la crisis?

-Los eventuales.

-¿Por qué?

-Porque se les indemniza con ocho días por año trabajado y porque tampoco hay que despedirlos: basta con esperar a que agoten sus contratos. Antes del comienzo de la crisis, el 30 por ciento de los empleos eran eventuales, así que las empresas han tenido un margen de maniobra muy grande para negociar.

-¿Es partidario del despido libre?

-El despido libre en España ya existe, desde 2002. La diferencia con Estados Unidos es que allí el despido libre no tiene coste y en España sí.

-¿Y es partidario de abaratar los despidos?

-No resuelve ningún problema. En la encuesta de 2008 sobre la coyuntura laboral -una encuesta pública que determina la naturaleza del mercado del trabajo- los empresarios colocaban el abaratamiento del despido en octavo lugar como freno del crecimiento económico. La causa número ocho, de once, por debajo de factores como incertidumbre hacia el futuro, como la falta de ayudas a la formación...

-Pero la CEOE y la FADE piden que se abarate el despido.

-A río revuelto... La reformulación legal de los contratos no garantiza el incremento de la demanda. Parece que se olvida que la demanda de trabajo deriva de la demanda de productos, no de que la ley sea de esta o de otra manera.

-Es decir, más consumo.

-Es naíf pensar que por abaratar los despidos se van a solucionar los problemas.