Luanco, Illán GARCÍA

José Antonio López Cuevas vuelve a las aulas. El que durante 24 años dirigió el colegio de La Vallina de Luanco tiene previsto dejar su cargo e incorporarse en septiembre ya como maestro. «El cambio se debe a que estoy un poco cansado y también a motivos familiares, tengo que ayudar a mi madre», argumenta Cuevas. Le sustituirá el actual secretario del centro, Juan Ramón Rodríguez.

Cuevas asumió la dirección del colegio de La Vallina en 1985, coincidiendo con la apertura del centro. «Lo vi nacer. Recuerdo que hasta el mes de diciembre de ese año no teníamos ni luz y el profesorado, con razón, se sublevó», explica este hombre que basa su trabajo en el afecto, el consenso y la confianza.

Este maestro de Primaria destaca que su labor al frente del colegio ha sido fácil gracias al apoyo que le prestaron los profesores y también los padres de sus alumnos. «Nunca me gustó imponer, el consenso es la mejor manera de solucionar cualquier problema», subraya.

José Antonio López Cuevas es una persona muy conocida en Luanco. «No puedo ir al Gayo desde La Vallina sin pararme a hablar con alguien», asegura. Cuevas tomó la decisión de abandonar su cargo en el mes de diciembre. «Nadie se lo creía, decían que vivía para el colegio», remarca el ex director, que insistió que tanto en su vida como en su trabajo siempre ha preferido hablar «del nosotros antes que del yo». «El afecto es lo primordial, hay que vivirlo y dejar de lado lo material», sentencia.

Con 58 años a sus espaldas, Cuevas empezará el próximo curso entre pupitres. «Al nuevo director le deseo suerte y, sobre todo, paciencia. En mi caso me voy con la satisfacción del deber cumplido», concluye.