Piedras Blancas,

I. MONTES

El Grupo municipal Socialista en el Ayuntamiento de Castrillón «seguirá en su línea de trabajo» pese a las tensiones internas que amenazan con causar heridas difíciles de cicatrizar con un sector de la ejecutiva local. El portavoz municipal socialista, Manuel Ángel Fernández Galán, y los ediles María Jesús Rossell, Bernabé Peña y Ramón Martínez Campo no habían recibido ayer ninguna comunicación de la ejecutiva. La dirección local reiteró el lunes un acuerdo del pasado abril para pedir el acta de concejal a Martínez Campo. Aunque los ediles evitaron ayer hacer declaraciones, crece entre ellos el malestar a causa de que un sector de la ejecutiva les cuestione.

La Federación Socialista Asturiana (FSA) rechazó pronunciarse sobre la crisis castrillonense, que se produce en un Ayuntamiento en el que el PSOE, tercera fuerza municipal, gobierna en coalición con IU que ostenta la Alcaldía.

Galán está haciendo las funciones de responsable de Educación y Cultura tras la dimisión el martes de Paula de Diego. El grupo municipal espera ahora la llegada de Iván Patiño, que será el quinto concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Castrillón, en sustitución de De Diego, ya que es el siguiente candidato en la lista electoral con la que el PSOE concurrió a las elecciones de 2007.

Patiño manifestó ayer a este periódico su decisión de acceder al cargo de concejal tras el encuentro que mantuvo con el secretario del PSOE local, Ricardo Ulpiano Álvarez, al que en octubre pasado le disputó el cargo. «Voy al Grupo municipal Socialista para trabajar por los vecinos, pero también para luchar por el gobierno y el pacto de izquierdas y para que el PSOE salga reforzado de este mandato dentro de dos años», dijo.

Los socios del PSOE en el gobierno castrillonense realizaron ayer una valoración de la marcha de la concejala Paula de Diego, que alegó «discrepancias con la política del gobierno municipal» en su escrito de dimisión. El portavoz municipal de IU, José Luis Garrido, aseguró que «las discrepancias se han producido en todo caso en el ámbito político, y habiéndose registrado siempre por los errores reiterados de la concejala en su gestión». Garrido afirmó, refiriéndose a la concejala dimisionaria, que IU lamentaba «que alguien hubiera pretendido intentar cubrir sus propios errores y aislamiento buscando falsas conspiraciones o animadversiones personales que sólo existieron en su imaginación. Se negó a asumir sus propios errores y aislamiento, fruto este única y exclusivamente de su responsabilidad».

El portavoz municipal de IU recordó que «incluso el PP le exigió en el último Patronato de Cultura que asumiera sus responsabilidades y que dejara de culpar a otros de sus propios errores». «Hasta el mismo momento de su renuncia al cargo, la Alcaldía y el grupo de IU han sido pacientes, comedidos y respetuosos, y eso a pesar de que en diversas ocasiones Paula de Diego intentó asumir el protagonismo que le correspondía a la alcaldesa, Ángela Vallina, e incluso convocó el Consejo Escolar Municipal a pesar de que la presidencia del mismo recae en la Alcaldía», concluyó Garrido.

La dimisión de Paula de Diego ha coincidido con el anuncio de renunciar a su cargo «por motivos personales», del concejal de IU, José Ramón Rodríguez. Ambas dimisiones podrán obligar a IU y PSOE a remodelaciones en el equipo de gobierno.