Myriam MANCISIDOR

El monumento natural de Zeluán está a merced del puerto de Avilés. El Grupo de Ornitología Mavea, que dirige César Álvarez Laó, denunció ayer la acumulación de minerales procedentes de los muelles de carga y descarga de graneles. «Muchos de los minerales que se cargan en el puerto van a parar al agua y sólo en Zeluán se pueden observar bolas de coque y restos de otros productos que se utilizan principalmente en la siderurgia», manifestó Laó, quien reconoció que, por ahora, el colectivo desconoce si estos minerales son contaminantes. «Lo que está claro es que afectan paisajísticamente a un entorno donde hay especies protegidas», sentenció.

Laó criticó, además, la «pasividad» de la Administración. «Hace casi dos años la ría sufrió las consecuencias de varios vertidos de alquitrán, uno de ellos de varias toneladas, y todavía hay manchas de galipote seco... Nadie ha ido a Zeluán a limpiar las rocas», espetó el coordinador del Grupo de Ornitología Mavea. Incidió, además, en la suciedad que se acumula desde hace meses tanto en el entorno de la charca de Zeluán como en la playa de San Balandrán. Plásticos, vidrios y maderas afean este espacio natural. «Huerga (concejal de Servicios Públicos de Avilés) se comprometió hace días a establecer un plan de limpieza, pero todavía no se ha saneado la zona», recalcó.

Álvarez Laó analizó también la proliferación de aves muertas, especialmente gaviotas, en los arenales de la comarca avilesina. «Es cierto que es frecuente ver pájaros muertos a primeras horas de la mañana en algunas playas, especialmente antes de que pasen los servicios de limpieza, pero esto se debe a que las gaviotas recién nacidas están aprendiendo ahora a volar y muchas mueren en el intento», concluyó.

El Grupo de Ornitología Mavea lo formaron personas aficionadas a la observación de aves limícolas en Zeluán. Poco a poco, el colectivo ha ido ampliando sus objetivos y, en estos momentos, se encarga de proteger el monumento natural de la comarca avilesina.