E. CAMPO

La limpieza de la ría de Avilés, que se materializó en la década pasada, y la puesta en valor del casco histórico son los dos hitos de los últimos años que ponen de acuerdo a los tres partidos políticos con mayor representación durante ese tiempo en el Ayuntamiento de Avilés. El resto del balance, sin embargo, difiere mucho según quien lo haga. Así, mientras el PSOE destaca la definición de un proyecto de ciudad, que seguirá desarrollándose durante la década que acaba de comenzar, el PP habla de estancamiento e incapacidad para solucionar las grandes necesidades de la ciudad: comunicaciones y suelo industrial. IU, por su parte, considera que fueron unos años «impresionantes». Éstas son las opiniones planteadas por tres de los actores políticos de la década, al frente de sus respectivos partidos: Álvaro Álvarez, secretario general del PSOE; Joaquín Aréstegui, presidente del PP, y Fernando Díaz Rañón, coordinador general de IU en Avilés.

«Tanto la limpieza de la ría como la recuperación de la zona histórica de Avilés son producto del trabajo de conjunto, del consenso», sostiene Aréstegui. Administraciones de diferente signo y competencia estuvieron implicadas en estas tareas. «Eso nos debería hacer reflexionar; los grandes proyectos necesitan consenso. Todos estábamos de acuerdo en que era imprescindible que la ría pasara de ser una cloaca a un espacio de comunicación con la ciudad. La eliminación de las vías costará tanto dinero como eso y posiblemente mucho tiempo, pero exige una unidad de criterio», plantea el presidente del PP. Una unidad que, de momento, no existe, ya que mientras los populares siguen defendiendo el soterramiento como única solución real de la barrera ferroviaria, tanto los socialistas como IU lo descartan por «inviable técnicamente». El proyecto que ahora está sobre la mesa, la variante de ferrocarril, no se concretará hasta finales de año y, para el PP, supondrá una nueva trinchera de división.

Que en la década pasada no se hubiera podido superar esta barrera es, para Aréstegui, muestra del estancamiento y tiempo perdido para las grandes necesidades de la ciudad. «Había que comunicar la ciudad con el resto de Asturias, y la ría con la ciudad; no se consiguió», expone. Así, según desgrana, no están construidas aún las conexiones del parque empresarial ni las del puerto. «Llevamos hablando de eso toda la década». También está pendiente el paso de Buenavista y una autovía de conexión con Oviedo a través de Corvera, así como el desdoblamiento ferroviario. «El PSOE es el partido de la incomunicación», sostiene. Respecto al soterramiento, Aréstegui considera que los socialistas tienen un planteamiento «obtuso» al negar una solución que se adoptó en decenas de ciudades españolas.

Para concluir las críticas del PP, Aréstegui plantea que desde la inauguración del parque empresarial -impulsado por el PP- no hubo ningún avance más en suelo industrial. «Se lleva mucho tiempo hablando de Retumés y nada», apunta. Esto va ligado a que, en su opinión, el PSOE se ha equivocado del concepto de ciudad. «Avilés es una ciudad comercial e industrial, siempre lo fue, y, sin embargo, el PSOE confía en otro modelo de fantasmagoría», sostiene. El presidente de los populares asegura, en este sentido, que el Niemeyer «será un gran atractivo, no lo niega nadie, pero no puede convertirse en un tótem, no será la nueva Ensidesa de Avilés». El motor de la ciudad, dice Joaquín Aréstegui, tiene que ser una ría que atraiga a grandes empresas, que vendrán si tienen buenas comunicaciones.

No podían estar estas ideas más alejadas de las que defiende el PSOE. Para Álvaro Álvarez, el gran hito de la década fue definir un proyecto de ciudad, que se seguirá desarrollando en los próximos años. «El valor principal es el haber definido un modelo después de una época en la que todo lo que se había sustentado había entrado en crisis; lo más difícil es definir lo que se quiere y poner en marcha sus bases». Estas bases, enumera Álvarez, son la recuperación medioambiental y el casco antiguo. A la mejora del aire y las aguas avilesinas vincula el desarrollo de otros sectores, como el turismo: «Eso sería impensable en una ciudad con la contaminación que había años atrás y con la ría tan deteriorada».

Los socialistas abogan por la desvinculación de la industria como única fuente de riqueza. «Gracias a la recuperación medioambiental se desarrollaron los servicios y el turismo, donde el casco antiguo juega también un valor trascendental, y fue en la última década cuando se le dio ese uso», apunta. Él destaca dos elementos clave en la recuperación del casco histórico: la rehabilitación del palacio de Camposagrado, hoy sede de la Escuela Superior de Arte de Asturias, y la del palacio de Ferrera, que es un hotel de cinco estrellas. «Son clave para que los ciudadanos entiendan que el casco tiene valor en sí mismo, pero también económico», afirma Álvarez, a la par que destaca la implicación de la inversión privada con su recuperación. «El que haya un hotel de cinco estrellas es un elemento definitivo, y en esta línea debe continuar el casco antiguo. El Niemeyer tiene que servir para eso, para que haya otras actividades de carácter turístico y servicios que se desarrollen en el casco».

El resto de elementos que destaca el secretario socialista de los últimos diez años son los equipamientos públicos culturales y deportivos, con el complejo deportivo de El Quirinal a la cabeza. «Es otro de los hitos donde la ciudad da un paso adelante, es la guinda de una red de instalaciones al servicio de los ciudadanos y que le da el plus de ciudad, es capaz de concentrar los grandes eventos deportivos», señala. Álvarez también destaca la programación cultural, «equiparable a la de ciudades de dimensiones mucho mayores».

Lo que queda ahora pendiente, continúa el secretario socialista, es la resolución de la barrera ferroviaria y el desarrollo de la «isla de la Innovación», proyectos ambos que vincula: «Eliminar la barrera tiene sentido desde el momento en que al otro lado de la ría hay actividad urbana». Por último, concluye: «El hito clave de todo esto es el Niemeyer. Resume un proyecto que hemos ido creando los socialistas y que hoy pertenece a la ciudad en su conjunto».

Por su parte, Fernando Díaz Rañón habla de diez años de actividad muy intensa. Entre sus momentos más importantes destacan la culminación del saneamiento integral y la limpieza de los lodos de la ría, pero también la reurbanización del barrio de La Luz. «También hemos sido capaces de superar con nota las crisis anteriores, generando nuevas actividades en nuestra comarca y con la puesta en marcha del parque empresarial, pese a que no era a lo que aspirábamos», apunta. Reconoce, no obstante, que con la crisis actual vuelven a surgir los miedos de las reconversiones: «Tenemos la espalda abierta».

Además, IU da por satisfecha la reivindicación de que Avilés no quedara marginada del centro de la región, respecto al desarrollo de Oviedo y Gijón, con actividades relacionadas con la cultura. «Iniciábamos la década con movilizaciones y hoy tenemos ya finalizando el Centro Internacional Oscar Niemeyer, del que todos estamos contentos. Además, hemos sido capaces entre todos de poner Avilés fuera de nuestras fronteras», sostiene Rañón. La «isla de la Innovación», urbanizables con viviendas de protección y la revisión y aprobación definitiva del plan urbano son el resto de logros de la década, en su opinión, mientras que la barrera ferroviaria y los accesos al puerto son los capítulos pendientes.

«Sin la participación de IU en el gobierno de la ciudad no hubieran salido adelante todas estas actuaciones», subraya su coordinador general. Como ejemplo, pone el incremento de viviendas de protección en diversas actuaciones, como la del No-Do, o la concesión del Niemeyer por parte del Principado como respuesta a las movilizaciones por el centro de arte. Su espina clavada, dice, es seguir sin albergue de animales, pero el balance global que hace es muy positivo: «Hemos conseguido en estos diez años que Avilés sea una ciudad mucho más habitable, con nuevas zonas peatonales; una ciudad que podemos enseñar y en la que merece la pena vivir».

«Con la recuperación medioambiental se desarrollaron los servicios y el turismo»

Secretario general del PSOE

«Avilés es comercial e industrial, pero el PSOE tiene un modelo de fantasmagoría»