Myriam MANCISIDOR

La Sardina Arenque murió. Y los avilesinos lloraron ayer a lágrima viva durante la celebración del funeral enmascarado. Con el entierro de la Parrochina, los antroxeros pusieron punto final a una semana de desenfreno en honor de don Carnal. Al sepelio acudieron decenas de personas pese al frío: unos agotaron hasta el último suspiro su disfraz y otros suspiraron al desenmascararse. El funeral comenzó en la cancha de Llaranes, donde los integrantes de la Cofradía de la Sardina Arenque protagonizaron el desenclavo del pez y la quema d'atrepeyos mientras entonaban eso de «¡Adiós con el corazón!». El relevo lo cogieron los del Santo Entierro, ya en Avilés. El triste lamento no se hizo de rogar y el velatorio comenzó en la plaza del Carbayo, donde se agruparon los dolientes.

Encaramados en lo alto de su carroza, los dignos miembros de la Cofradía del Santo Entierro de la Sardina repasaban sus coplas mientras refrescaban el gaznate, rodeados de viudas y de autoridades antroxeras. El reloj marcaba poco más de las siete y media de la tarde. Y la Sardina lucía descarada, plateada y brillante como en sus mejores años de Antroxu, encaramada en lo alto de un carro tirado por bueyes que abría la lúgubre comitiva de antroxos que lloraban desconsolados. El Santo Entierro cumplió su cometido y el fin último de su existencia y se hizo cargo de los restos después de leer tres veces y en voz bien alta el testamento que la Sardina dejó. Descanse la Sardina, el Antroxu terminó.

Ya en El Parche y después de pregonar su pena por las calles de Avilés, los Reyes del Goxu y de la Faba tomaron el micrófono. Y arrimaron el ascua a su sardina manteniéndose firmes en su defensa de la monarquía carnavalesca que la concejalía de Festejos que representa Ana Hevia quiere eliminar por obsoleta a favor de la República. En su crítico pregón, los integrantes de la peña Los Haique se refirieron a la edil como «lady Festejos» y sentenciaron: «Actuó cual rey Midas, pero a la inversa. Las actividades imperiales contaron con escasa participación, al contrario que las iniciativas populares». Y añadieron, además: «Ahora quieren acabar con la monarquía antroxera porque dicen que está muerta, obsoleta... y se equivocan. Quien probablemente esté muerta es la concejalía».

Para Los Haique es «increíble que una persona que no se involucra en el Carnaval quiera acabar con una tradición ancestral como el nombramiento de los Reyes del Goxu». Tanto es así, que los monarcas de este año se atrevieron a nombrar a sus sucesores: la peña Pascualinos. La edil de Festejos desaprobó la elección porque, a su juicio, carece de consenso. «La figura del Rey del Goxu no va a desaparecer, pero tiene que ser elegida por votación», dijo.