De pequeño ya pintaba las mesas del colegio, y desde entonces Eduardo del Fraile continuó enganchado a una afición que convirtió en oficio y que ya le ha reportado reconocimientos en distintos países de Europa y América. Un auditorio repleto de estudiantes de arte de escuelas de toda España escuchó ayer su ponencia en la Casa de Cultura, en el marco de las jornadas de diseño Motiva. Del Fraile, vallisoletano de nacimiento, estudió Diseño Gráfico en la Escuela Elisava de Barcelona, y tiene su estudio en Murcia. Su filosofía de trabajo es «cocinar los diseños a fuego lento».

-¿Cree que la profesión del diseñador está vinculada necesariamente a estos estudios?

-Hay gente que no ha tenido la suerte que tenemos ahora, con unos estudios y un trabajo avalado por muchos premios nacionales de diseño. Pero sí que es bueno tener la formación adecuada, completa y ayuda.

-Vamos, que España ya se está poniendo a tiro en lo que se refiere al diseño.

-Sí, todo el mundo lo está haciendo, y en España tenemos buen nivel. Pero hoy la gran referencia del diseño es el Reino Unido, tienen una escuela muy antigua y de resultados espectaculares. Marca una tendencia, y muchos de los grandes diseñadores y grandes premios están allí. Destaca, por ejemplo, el estudio D&AD de Londres. Pero también en España hay instituciones que están estimulando el trabajo de los diseñadores, también aquí tenemos reconocimiento e impulso.

-¿Hace uso el tejido empresarial y administrativo de los profesionales del diseño?

-Claro, porque te necesitan.

-Pero siempre está la empresa o el Ayuntamiento que le encarga un dibujo al sobrino de algún amigo.

-Sí, te puede pasar eso, pero es que a nosotros tampoco nos interesa trabajar para quien prefiere encargar un dibujo al sobrino de algún amigo, porque eso quiere decir que no sabrán valorar nuestro trabajo. La crisis se lleva a los mediocres, y sólo las empresas que trabajen teniendo en cuenta el diseño podrán sobrevivir. Por eso, aunque hay crisis, nosotros tenemos trabajo, porque muchas empresas quieren renovar su imagen. Crisis significa cambio.

-¿Podría poner un ejemplo de una empresa que pudo sobreponerse a las dificultades gracias a un cambio de imagen?

-Pues por ejemplo Miel de la Granja San Francisco, con el diseño para los frascos en forma de panel de abeja. Ese envase salvó la empresa. Le aportó el distintivo necesario. Es como si tienes un buen coche con unas ruedas malísimas, no funciona. Y en este caso el gran trabajo de diseño de producto para el envase le dio la diferencia.

-Aunque la crisis no quite trabajo a los creativos, sí que pasará factura...

-Sobre todo porque el cliente te aprieta más, te quiere pagar menos...

-Es que hay quien dice que los diseñadores cobran mucho por hacer un garabato.

-Yo los garabatos de clase los dejé al año y medio. Pero esa antigua creencia de que el diseñador es un tipo que pinta ya está cambiando. Ahora es un profesional implicado de lleno en el proceso industrial y decide desde la forma del envase hasta el nombre y la marca. Es un diseño de 360 grados, puedes incluso trabajar sobre un local... En definitiva, hay que manejar todo el proceso.

-No cree entonces en un diseño compartimentado en parcelas: diseño gráfico por una parte, de producto por otra...

-No, prefiero el diseño holístico, global.

-Ahí es donde entran trabajos como el que presentó en su ponencia, un salero en forma de huevo.

-Sí, para Soso Factory, es un proyecto que está triunfando en todo el mundo.