Francisco L. JIMÉNEZ

La sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha declarado improcedente el despido de la ex secretaria de la cofradía de pescadores de Avilés y directora general de Pesca entre 1999 y 2003, Pilar Giménez, como empleada de la sociedad Nueva Rula de Avilés, a cuya plantilla llegó, como el resto de trabajadores de la Cofradía, por la vía de la subrogación cuando abrió la nueva lonja de pescado de la ciudad el 26 de mayo de 2009.

El tribunal estima que no existen pruebas de que Pilar Giménez cometiese las faltas graves con las que se justificó el despido y en consecuencia la repone en sus derechos como trabajadora de la entidad, dando la opción a la empresa de pagarle una indemnización de 176.966,90 euros. Nueva Rula de Avilés ya ha hecho saber a Pilar Giménez que opta por su reincorporación al trabajo, si bien la situación de incapacidad transitoria por motivos de salud de la interesada impedirá, al menos de momento, su retorno a la actividad laboral.

El fallo del TSJA refrenda en casi todos sus puntos la sentencia previa del Juzgado de Avilés, si bien aumenta la cuantía de la indemnización al considerar el tribunal que la antigüedad de Pilar Giménez como trabajadora de la Cofradía era mayor de la que se contempló en un primer momento. Además, los magistrados desestimaron la pretensión de Nueva Rula de Avilés de dar a Pilar Giménez la consideración de personal de alta dirección, lo que hubiera propiciado un trato diferente del despido de la trabajadora.

El quid del juicio fue determinar la existencia o no de las faltas graves (deslealtad y transgresión de la buena fe contractual) que motivaron el despido de la ex secretaria de la Cofradía. Nueva Rula de Avilés aportó pruebas obtenidas por un detective privado de que Pilar Giménez acudió supuestamente a trabajar a la sede de la Cofradía pese a ser parte ya de la plantilla de Nueva Rula de Avilés y encontrarse de baja laboral por enfermedad. El detective fotografió hasta en seis ocasiones diferentes entre el 19 de junio y el 20 de julio de 2009 a Pilar Giménez entrando o saliendo de la Cofradía e incluso sentada en un despacho.

Los testigos que declararon en la vista, entre ellos el patrón mayor de la cofradía de pescadores de Avilés, Gregorio López, desmontaron la tesis de que Pilar Giménez iba a la Cofradía a trabajar. Muy al contrario, dejaron claro que su presencia en las instalaciones era un modo de «sacarla de casa para que se distrajese manteniéndola de algún modo en contacto con la vidilla de la Cofradía». El juez consideró compatibles esas visitas con el estado de salud de Pilar Giménez y rechazó como prueba de cargo el trabajo del detective privado contratado por Nueva Rula de Avilés, de modo que, a falta de motivo, estimó improcedente el despido.