Amaya P. GIÓN

El paraíso natural más goloso se encuentra en la comarca avilesina. Así lo aseguró ayer la propia alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, en la inauguración del Salón de los aromas y sabores dulces «Sweet Llambión» que reúne este fin de semana en el Palacio de Camposagrado los aromas y postres avilesinos más golosos. «Esta ciudad aspira a convertirse en un paraíso gastronómico después de que la región ya se haya consolidado como paraíso natural y paraíso cultural», destacó Varela en el acto inaugural.

Los reposteros que participan en este salón destacaron la tradición pastelera avilesina, que ahora aspira a convertirse en referente de la gastronomía local. «Nuestra pastelería goza de muy buen nivel. Ojalá en próximas ediciones seamos alguno más y aún mejores», señaló Manuel García Méndez, de La Casería, en representación de los reposteros y hosteleros participantes. El presidente de la Mancomunidad, Alberto Tirador, animó a vecinos y visitantes a disfrutar de los dulces placeres que se exponen en el Palacio de Camposagrado, sede de los eventos organizados en el marco del salón. «Esta feria permitirá potenciar de manera importante a unos profesionales que ya tenían un prestigio. Es un salón pequeño en cuanto a dimensiones y grande en calidad. Va a ser todo un éxito. Animó a todo el mundo a pasar por aquí para dejarnos tentar por los postres y aplazar la operación bikini», bromeó el también alcalde de Illas.

El «Sweet Llambión» oferta un amplio abanico de actividades relacionadas con el olfato y el paladar: presentaciones de dulces, exhibiciones y elaboración de recetas y talleres infantiles se desarrollarán a lo largo del fin de semana, en horario de mañana y tarde. El salón cuenta, además, con un invitado de excepción: Francisco Torreblanca, considerado el mejor repostero del país.

Las exhibiciones comenzaron ayer con la presentación del «Vasito de Arrecifes de Salinas», que corrió a cargo de Marco Martínez, de Confitería Carmen. «Cuando llegué a Salinas me quedé maravillado con la Peñona y su entorno. Me reté a plasmarlo en chocolate, a base de formas tan caprichosas como las del mar», explicó Martínez. José Ramón Otero, chef del Restaurante La Capilla, disertó sobre la importancia del postre en un menú. «Una buena comida se puede estropear por un mal postre y un buen postre te puede salvar una comida. Se trata de la última sensación con la que se queda el comensal», destacó.

Completaron las exhibiciones el repostero Emilio Vidal y los maestros pasteleros Miguel Sierra y Jacob Torreblanca, que ofrecieron la cata «Cuba y Ghana». La comarca ya camina para convertirse en el referente dulce del paraíso gastronómico asturiano.