A. P. G.

La Fiscalía del Principado de Asturias investiga la agresión por parte de un joven interno en el centro terapéutico avilesino de Maribona a personal y pacientes del centro el pasado mes de abril. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) interpuso la correspondiente demanda al considerar que estos hechos evidencian la «deficiente aplicación de la ley de Prevención de Riesgos Laborales en los servicios de Salud Mental» del Principado. «Procuramos cumplir a rajatabla la legislación vigente», respondieron fuentes sanitarias, que consideran «exagerada y desproporcionada» la denuncia de la central.

Los hechos que ahora analiza la Fiscalía se produjeron sobre las dos y media de la tarde del 24 de abril. Fue en torno a esa hora cuando la coordinadora de enfermería del centro avilesino se puso en contacto con la Policía para alertar de la actitud violenta de uno de los pacientes del centro, que acababa de intentar agredir a otro interno. A continuación, y siempre según recoge la denuncia, el interno cogió un trozo de madera y persiguió a otro de los pacientes, al que golpeó en la espalda y la cabeza. Acto seguido se dirigió al huerto donde, tras realizar destrozos varios, cogió una herramienta de jardín e intentó clavársela a uno de los dos policías que se presentó en el centro, según la denuncia. El incidente se saldó con miembros del personal, pacientes y policías heridos leves, si bien la CSIF considera que «pudo haber tenido consecuencias fatales sobre la vida o la salud del personal y de los pacientes».

El interno que protagonizó este suceso «era perfectamente conocido por su agresividad, ya que semanas antes había protagonizado un hecho semejante en la Unidad de Psiquiatría infanto-juvenil del HUCA» (Hospital Universitario Central de Asturias), según el sindicato.

El presidente del sector de Sanidad de CSIF-Asturias añadió que el joven fue ingresado en el centro terapéutico avilesino «aún sabiendo que esa instalación no cuenta con las medidas de protección necesarias para este tipo de pacientes». «Los protocolos no han funcionado, la prevención brilla por su ausencia, la evaluación inicial de riesgos es meramente teórica y la ayuda exterior llegó tarde y mal», añadió Saavedra.

En medios sanitarios, en cambio, aseguran que «la capacidad de actuación y resolución del conflicto fue inmediata». «No se puede jugar así con los pacientes. No es cierto que no se cumpla la normativa vigente y ante situaciones como ésta siempre paga el más débil. Flaco favor están haciendo a una persona con problemas», añadieron las mismas fuentes.

La central sindical advierte de que el incidente de Maribona no es un hecho aislado en los servicios de Salud Mental del Principado de Asturias. «Desde hace años vienen produciéndose agresiones de mayor o menor gravedad en estos centros. En algunos casos, gracias a las denuncias puntuales del personal, se han tomado medidas que han reducido sensiblemente las consecuencias de estos hechos violentos», aseveró.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios defiende que «los responsables de los servicios de Salud Mental saben que la ley de Prevención de Riesgos Laborales no se está cumpliendo, saben que su escrupuloso cumplimiento acarrea un coste que no están dispuestos a afrontar, y las consecuencias de este incumplimiento lo sufren en sus carnes el personal de los dispositivos y los pacientes ingresados en ellos».