Pues sí. Ensidesa ha cumplido 60 años y por tanto está en edad de prejubilación, como bien saben, porque se encuentran en el mismo caso, todos los siderúrgicos nacidos en 1950. La Empresa Nacional Siderúrgica, S. A. vino al mundo por decreto un 15 de junio, festividad de San Vito. Siete años más tarde Franco cortaría la cinta inaugural del horno alto «Carmen», cuyo encendido marcó el inicio de la actividad productiva propiamente dicha. Ensidesa, la de los contrastes, deparó a Avilés riqueza y miserias. Es cierto que más de lo primero, pero soy de los que me niego a minimizar ciertas facetas cuestionables de la compañía: impacto ambiental, clasismo, prepotencia... Y lo peor de todo conformismo, ese dejarse llevar por los acontecimentos que aún hoy perdura, herencia quizá de aquella dañina cultura de «papá Estado». No obstante, a la Ensidesa que hoy sopla 60 velas no la reconocería «ni la madre que la parió», que diría un castizo. Ahora en su DNI pone Arcelor y se apellida Mittal; se conserva bien para su edad, pero como buena sexagenaria cualquier día nos da un susto.