E. CAMPO

La segunda fase de la rehabilitación de la iglesia de los Padres Franciscanos acaba de comenzar, después de meses esperando a que se resolvieran los problemas contractuales de la promotora con la adjudicataria inicial de las obras. La promotora de la intervención es RCM, del Grupo Proiecto, y la constructora que asume ahora la ejecución es Procoin. En lo que se refiere al equipo técnico, está formado por los arquitectos Jorge Hevia y Cosme Cuenca (por parte de la promotora), Braulio Iglesias (técnico del Ayuntamiento), Rubén Martínez como arquitecto técnico, el petrólogo Luis Valdeón y el arqueólogo Sergio Ríos.

La obra que se realizará consiste en la sustitución de la cubierta del ábside y la rehabilitación de la fachada pétrea. El objetivo es recuperar la estructura del templo previa a su modificación con la construcción del viejo convento de los franciscanos, ahora derruido. El desmontaje sacó a la luz los muros de la cabecera y la nueva cubierta es necesaria por las modificaciones realizadas en la anterior. La forma del tejado original se adaptó hace medio siglo para adosar la residencia de los frailes, y los muros de la nave central se horadaron para dar acceso al coro desde el edificio. Ahora será necesario construir una viga de coronación de hormigón armado oculta para asentar la nueva estructura de la cubierta, que ha sido realizada íntegramente en madera laminada, según los responsables de la obra. Las fachadas del ábside recuperarán también su aspecto natural. Esta segunda fase durará, aproximadamente, cuatro meses.

En una fase posterior se realizará una intervención arqueológica previa a la urbanización del entorno de la iglesia. Se construirá también un drenaje petimetral al ábside para evitar las filtraciones de agua, y se pavimentará mediante losa de granito el espacio ocupado por la antigua residencia. Proyectores de luz ornamental rematarán la intervención. El inicio de esta tercera fase está condicionado por el resultado de las excavaciones que dirige Ríos, el mismo arqueólogo que trabajó en la capilla de Santa María de las Alas y descubrió dos paramentos murales cuya existencia se desconocía.

El presupuesto del proyecto para la segunda y tercera fase, contratada a Procoin, asciende a 550.000 euros. La obra se realiza en el marco de un convenio urbanístico entre el Ayuntamiento de Avilés y Promotora Asturiana de Proyectos Inmobiliarios, que supuso también la construcción del nuevo convento de los franciscanos. La obra de desmontaje del edificio anejo comenzó en septiembre del año pasado, y la previsión inicial es que estuviera listo para la primavera de 2010, pero se retrasará finalmente hasta finales de año.

La iglesia de los Padres Franciscanos se construyó entre los siglos XII y XIII, y fue templo parroquial consagrado a San Nicolás de Bari. Del siglo XIV es la capilla de Las Alas, exenta al templo principal, y en fechas próximas se construyó también la del Rosario. La capilla de Pedro Solís es la última de factura medieval. En pleno siglo XVII se realizó una reforma al gusto barroco, la capilla de León-Falcón y la capilla del Marqués de Camposagrado. Del XVIII data la capilla del Cristo. Los últimos añadidos fueron la antigua sacristía y el convento cuya huella está ahora a punto de borrarse.