Secretaria general de ADEAC, organismo que concede las banderas azules a las playas españolas

Salinas (Castrillón),

Ignacio PULIDO

Virginia Yuste Abad, secretaria general de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), entidad encargada de la concesión de las banderas azules que distinguen los espacios costeros con mejores condiciones para el baño, se encuentra estos días recorriendo las playas asturianas galardonadas con el preciado distintivo de calidad. Una vez al año, el equipo de ADEAC efectúa una visita a todos los arenales y puertos de España donde ondea su distintivo para confirmar que todas las condiciones que se supone que tienen que cumplir, en efecto, se encuentran en perfecto estado.

-¿Es habitual que los municipios cumplan con los requisitos establecidos?

-Por norma general, afortunadamente y para nuestra satisfacción, sí. No obstante, siempre hay algún pequeño detalle que no se cumple. La verdad es que cada vez se presentan menos municipios por aquello de a ver si cuela. Las playas que se presentan, realmente están preparadas. Ya no concurren a la convocatoria playas donde, por ejemplo, la calidad de las aguas de baño no es excelente o no hay socorristas. Por eso cada vez estamos más contentos.

-¿Cuáles suelen ser los fallos más habituales?

-Por desgracia el tema de la información sobre educación ambiental. Uno de los criterios para conceder la bandera azul es que haya cinco actividades de educación ambiental en el municipio. Estas actividades tienen que estar expuestas en el panel informativo de la playa, pero no suele ser así. También se falla mucho a la hora de exponer los datos actualizados sobre la calidad de las aguas de baño. Pedimos a los Ayuntamiento que cada quince días «pinchen» los resultados de las analíticas del agua. El acto de no «pinchar» los resultados es un fallo muy común. Es un detalle que, evidentemente, no es suficiente como para retirar una bandera azul.

-¿Suelen variar de un año a otro los parámetros que ustedes exigen?

-La campaña bandera azul lleva en marcha dos décadas. Cada cuatro años, se renuevan los criterios de bandera azul para playas y puertos por lo que cada vez se aprietan un poco más las tuercas y los criterios son más exigentes.

-¿Se hacen los deberes del mismo modo en las playas del Norte que en las del Sur o el Levante?

-Sí, sólo que en cada lugar hay dificultades muy distintas. Las playas de Andalucía no tienen nada que ver con las de Asturias. Raras veces se verá a alguien en Andalucía preguntando al socorrista cuándo es la pleamar o la bajamar. Allí se pueden dejar las tumbonas puestas toda la noche y las balizas no se mueven. Las condiciones de las playas y la problemática son sumamente distintas, no se pueden comparar.

-Hasta el momento, ¿están satisfechos con lo visto en Asturias?

-Estamos bastante contentos porque, en mi caso concreto, llevo cuatro años visitando las playas de Asturias y he visto una mejoría muy considerable. El tema de salvamento y socorrismo ha mejorado muchísimo, los baños y los accesos están más adaptados para las personas con movilidad reducida y los paneles de información han mejorado mucho. Hasta ahora no me encontrado ninguna sorpresa desagradable.

-¿Se han encontrado con muchos daños provocados a raíz de los temporales?

-Esperaba encontrarme las cosas bastante peor. La Administración ha actuado muy rápido. Supongo que la gente estará muy contenta de poder disfrutar de las playas aunque sea un poquito más tarde que el año pasado.

-Respecto al problema de las pérdidas de arena, un asunto que inquieta sobremanera a los vecinos de Castrillón ¿cuál es su punto de vista?

-Nosotros no podemos analizar como funciona la dinámica del mar. No obstante, observamos que las playas pierden cada vez más arena. Es cierto que en las playas más naturales los efectos de los temporales son más suaves porque el propio mar puede volver a aportar la arena. Mientras, en los sitios donde hay más edificios o paseos marítimos duros la dinámica normal del mar no ha servido para devolver la arena a los sitios de donde se sacó.

-¿Qué repercusión puede tener la pérdida de arena a la hora de conceder la bandera azul a la playa de Salinas?

-Llevo todo el año hablando con el Ayuntamiento para ver cómo evolucionan las obras. En principio la temporada de baños suele durar entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. Lo que no permitimos es que haya obras a la vez que está la bandera azul instalada. Si hubiera máquinas no podría estar izada. Por el momento no hemos encontrado maquinaria en ninguna playa.

-¿Es frecuente este tipo de situaciones?

-Por desgracia, este de Salinas es un caso generalizado en otras playas con edificios o paseos marítimos. En mayo estuve en Huelva y allí se ve como las playas más naturales apenas se ven afectadas y las urbanas son las que más destrozos sufren.

«La campaña de bandera azul lleva en marcha dos décadas y se van apretando más las tuercas, los criterios son más exigentes» «Cada vez se presentan menos ayuntamientos a la convocatoria de banderas azules a ver si cuela; los que lo intentan están realmente preparados»