E. CAMPO

Los socios mantienen las formas en público, pero el virus del conflicto sigue mermando la salud del pacto. La Alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, impidió ayer que su socio de gobierno, Fernando Díaz Rañón, interviniese en el Pleno tras uno de los ruegos del PP, relacionado con el conflicto de los planes de empleo que los socialistas quieren cancelar hasta que no se cierre el resquicio legal que da a estos trabajadores entrada en el Ayuntamiento. Con autoridad tomó ella la palabra para decirles a los populares -y al resto de partido, ya que tampoco IU y ASIA comparten el carpetazo a los planes de empleo- que hará lo que ha de hacer. «Yo escucho, pero no voy a eludir mis responsabilidades y comeptencia».

La escalada de acusaciones por parte de IU, que Varela atribuye a la proximidad de la cita electoral, comenzó hace unos días al hilo de los Presupeustos del Estado y continuó con la gestión de Personal, en la que Rañón llegó a acusar a la Alcaldesa de mentir a los avilesinos y de dar paso franco «por la puerta de atrás» para colocar en el Ayuntamiento a unos 50 trabajadores. Varela, por su parte, pidió a su socio que no tenga «salidas de pata de banco».

Precisamente de este último tema, de los trabajadores metidos «por la puerta de atrás», era del que quería hablar Rañón en el Pleno. «Si la Alcaldesa me hubieran dejado me hubiera sumado a la petición del PP de que no se anulen los planes de empleo, o hubiera reclamado una reunión la próxima semana para dejar clara la posición del gobierno», dijo al finalizar la sesión. Y añadió: «No vamos a avalar una política que no es la nuestra, no puede decir que no ha habido errores. Y renunciar a los planes de empleo es lamentable».

Rañón no fue el único que se quedó con la palabra en la boca por orden de Varela. Otro tanto le ocurrió al portavoz del PP, Constantino Álvarez, que intentó sin éxito utilizar su derecho a réplica en el turno de ruegos y preguntas. Álvarez pidió que se lleve a la Sindicatura de Cuentas el contrato con la gestora del aparcamiento de la Exposición, que pide una compensación económica o la resolución del contrato. Al respecto Varela indicó: «No vamos a dar por válidas las peticiones de la empresa, estamos trabajando para contestar debidamente esas pretensiones». Lo que Álvarez hubiera contestado, se quedó en el tintero.