Esperanza Medina (Avilés, 1964) es profesora y también poeta. En su estantería guarda ya cuatro libros con su firma. El último, «No recuerdo un invierno tan frío como éste», ganador del premio «Nené Losada Rico» en 2009, se presenta hoy a las ocho en el Centro de Servicios Universitarios de Avilés.

-«No recuerdo un invierno tan frío como éste»...

-El título del libro es un verso del poeta Ángel González. Parte de la idea del invierno frío pero hace alusión a la sensación interna de las personas, se refiere a la pérdida de ilusión, a esas muertes que sufrimos a lo largo de la vida y que debemos hacer frente.

-Es su cuarto libro.

-Así es, y tiene un tono diferente a los anteriores. Abundan los poemas cortos. El premio no suponía la publicación del libro pero ahora, un año después, sale a la luz «No recuerdo un invierno tan frío como éste» y estoy muy satisfecha. Lo importante de escribir es publicar y, sobre todo, que alguien lo lea.

-¿Se lee poesía?

-No tiene mucho sentido que responda yo, porque yo sí la leo, pero es cierto que la mayoría de las personas tienen miedo a abrir un libro de poesía cuando sólo deben leer e interpretar. Imagino que a la poesía le hace daño cómo nos enseñaban a leerla hace años.

-Explíquese.

-Se obligaba a leer a los clásicos, a conocer la métrica... Todo eso es muy complicado. Ahora, por fortuna, hay gente joven que se va aproximando a la poesía. Y lo que está claro es que casi todo el mundo escribió alguna cosina a lo largo de su vida.

-¿Se crea poesía de calidad?

-Hay poetas maravillosos, pero también hay mucha gente joven escribiendo ahora mismo cosas de las que se conservarán muy pocas, pero lo importante es el sustrato. Lo importante no es que tengamos grandes escritores sino que los que hay dejen su poso.

-Usted no vive de la poesía...

-Soy maestra, la poesía no da para vivir, pero es un motivo.

-¿Satisfecha con el premio «Nené Losada»?

-Mucho. Cuando recibí el premio me hizo muchísima ilusión porque esta mujer me parece entrañable.