Félix VALLINA

El cierre de la planta de Saint-Gobain en La Almunia de Doña Godina (Zaragoza) traerá consigo cambios significativos en Avilés. Por un lado, la planta situada en La Maruca verá incrementada su plantilla en veinte personas, todos ellos empleados de la factoría aragonesa que han aceptado venir a Asturias amparándose en las recolocaciones ofertadas por la empresa. Por otro, la planta avilesina se convertirá en uno de los referentes del grupo a nivel europeo al sumar a su producción la línea de vidrio reflectante que ahora funciona en Zaragoza. Según fuentes sindicales, aquellos trabajadores que se han decidido trasladarse a trabajar a Avilés, que se incorporarán a finales del próximo mes de septiembre, mantendrán la categoría y la antigüedad y además recibirán una ayuda para el traslado que asciende a 18.700 euros.

El producto que se fabrica en la factoría de Zaragoza y que va a comenzar a producirse a partir del cierre de la planta aragonesa en Avilés es vidrio de capas magnetrónicas, que refleja la luz. El motivo del traslado de la producción, como ya publicó LA NUEVA ESPAÑA, es organizativo. La competencia de Saint-Gobain dispone de una fábrica especializada y centralizada en la provincia de Navarra y la dirección del grupo, según fuentes sindicales, entiende que el trabajo se haría más efectivo desde la planta de Avilés.

Aunque los representantes de los trabajadores en Asturias lamentan el cierre de la factoría aragonesa, todos coinciden en señalar que la planta avilesina saldrá beneficiada con el cambio. No en vano, Avilés contará con las líneas de construcción o glass, automóvil, espejos o plateado, laminar plano, cooter y con el centro de investigación. «A partir de ahora seremos la fábrica más completa de Europa, algo que desde el punto de vista sindical veníamos reclamando desde hace tiempo», señaló un representante de CC OO en Asturias.

La empresa ha garantizado que ningún trabajador de La Almunia tendrá que salir de la fábrica antes del mes de mayo -29 serán despedidos y 30 recolocados- y hasta entonces se llevarán a cabo las tareas necesarias para efectuar el traslado de la producción a Avilés. Además, seis trabajadores de la planta de Avilés tendrán que trasladarse durante un periodo de tres meses hasta Zaragoza para recibir la formación requerida sobre el funcionamiento de la nueva línea.