Amaya P. GIÓN

La tripulación del pesquero luanquín «Rey de Olalla» vivió un infierno de angustia e incertidumbre en alta mar que duró unas tres horas, desde que se declaró el incendio en los camarotes hasta que recibió la primera ayuda. «Tienen un disgusto horrible, pasaron un infieron», relató el armador del barco siniestrado, el luanquín Alfredo Gutiérrez en el puerto de Burela, ante los restos de su embarcación.

El barco entró humeante, con brasas aún no extinguidas, en el puerto gallego, arrastrado 230 millas por el barco «Axuela», que le prestó ayuda. Los bomberos tuvieron que sofocar las llamas para rescatar el cadáver del lucense Jesús Vicente Vieira Franco, de 41 años, que murió abrasado cuando, presuntamente, dormía en su camarote.

«El cuerpo permanecía allí porque no se podía entrar, había mucha temperatura en la zona de camarotes y la tripulación no podía acceder. Una vez que la zona quedó segura, la policía judicial entró y sacó el cadáver del marinero», detalló Gutiérrez.

El incendio se produjo en torno a las ocho de la tarde del pasado domingo. Según indicó el armador, dos de los 17 tripulantes del barco estaban en sus camarotes, mientras el resto realizaba tareas de limpieza o charlaba en la cocina. «Uno dio la voz de alarma y en un instante todo se llenó de humo y llamas. El fuego se propagó muy rápidamente», indicó Alfredo Gutiérrez. Los marineros salieron al exterior, buscando zonas libres de fuego a proa y popa y fue entonces cuando se percataron de que faltaba uno de sus compañeros.

En los minutos siguientes las llamas se extendieron al puente de mando. La zona de máquinas y de almacenaje quedó libre del siniestro. «La única ayuda que recibieron fue el barco que acudió a remolcarlos y el avión que los localizón», señaló Gutiérrez.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para conocer la causa del siniestro, aunque el fuego pudo deberse a un cortocircuito. Ayer, la tripulación, aún conmocionada por la trágica muerte de su compañero, declaró ante los agentes y mañana lo hará ante autoridades marítimas.