Francisco L. JIMÉNEZ

La Alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, quiso contribuir ayer a bajar el diapasón que marca el tono del enfrentamiento abierto entre el Ayuntamiento y el Gobierno regional con el futuro del Centro Niemeyer y una serie de irregularidades contables en el centro de la polémica. Varela fue parca en explicaciones acerca del contenido de la conversación que mantuvo el viernes por la tarde con el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, y el viceconsejero del Sector Público, Luis de la Vallina, actitud que justificó porque a su juicio «lo necesario en este momento para poder reconducir la situación es un mucho de discreción y un poquito de tiempo».

Pilar Varela reiteró que de los contactos con los responsables del Gobierno asturiano se desprende la celebración de una próxima «cumbre» llamada a ser clave en el acercamiento de posturas. El encuentro del pasado viernes fue una forma de allanar el camino, a la vez que una ocasión de explicar con detalle al consejero los deseos del tándem que forman los actuales rectores del Niemeyer y la representación municipal avilesina, ya adelantados el pasado miércoles en una carta que firmaron de modo conjunto Pilar Varela y Manolo Díaz, presidente del patronato del Niemeyer.

Según Varela, «no hay ningún inconveniente, muy al contrario, en que el nuevo Gobierno asturiano exponga sus planteamientos para el Niemeyer e incluso que se debata la conveniencia de que el presidente de la institución sea un político, si bien nuestra preferencia porque el cargo siga siendo apolítico es clara, lo que no quita que podamos oír las razones de la otra parte». Eso sí, lo que la Alcaldesa recalca es que esas conversaciones solo tienen un sitio posible donde celebrarse -el propio patronato- y deben respetarse las formas según recogen los estatutos.

Otro asunto pendiente que inquieta a Varela, y por extensión al equipo rector del Niemeyer, es la inconclusa cesión del uso de los edificios del complejo cultural a la fundación. En este sentido, la Alcaldesa insiste en que «debe de completarse el proceso iniciado por el anterior Gobierno, porque de lo contrario se pondría en peligro la actividad del centro y eso no lo admitirían los avilesinos».