Amaya P. GIÓN

La Fundación del Centro Niemeyer aplazará a después de las elecciones la reunión del patronato prevista para el próximo lunes. Según ha podido saber este periódico, la mayoría de los integrantes del patronato fundamentan la necesidad de aplazar el encuentro en la interinidad en la que se encuentran dos de los patronos fundadores: el Gobierno del Principado y la Autoridad Portuaria. Así, la reunión no se celebrará hasta que se conozca el resultado de las elecciones autonómicas del próximo 25 de marzo, previsiblemente en los primeros días del mes de mayo.

Los patronos privados, según las fuentes consultadas, son partidarios del aplazamiento, si bien la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, se mostró favorable a continuar con la reunión. La también vicepresidenta de la Fundación lleva meses reclamando la celebración del patronato, que no se reúne desde junio del pasado año, cuando quedaron aprobadas algunas de las reformas estatutarias que provocaron el malestar del Principado y la posterior batalla política en torno al centro cultural de la ría.

También el presidente del Puerto, Raimundo Abando, reconoció a este periódico que tal vez no sea el momento de tomar decisiones drásticas sobre el futuro de la entidad, pero sí de poner sobre la mesa la situación actual. «Una reunión es necesaria, con independencia de lo que se decida», señaló Abando, si bien ni representantes del Puerto ni del Gobierno regional participaron en las sesiones informativas que convocó el secretario de la Fundación para informar sobre los aspectos jurídicos y económicos de la entidad.

Quien dejó clara su postura fue el PP, a través del diputado Joaquín Aréstegui que nada más conocer la convocatoria electoral señaló: «Ya no tiene fundamento convocar ese patronato, que no está exento de polémica, cuando el Gobierno regional está en funciones». Esa misma postura la comparte el Ministerio de Cultura, también patrono de la Fundación, según las mismas fuentes.

La decisión de aplazar la reunión del próximo día 6 no es baladí. Entre los puntos del orden del día se encontraba un asunto fundamental: la decisión de disolver o continuar con la Fundación que hasta el pasado 15 de diciembre gestionaba el centro cultural de la ría.

Dada la situación en que se encuentra la entidad, los servicios jurídicos de la Fundación han puesto en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) por suspensión de contrato para el equipo que permanecía en plantilla y que estaba formado por el director, Natalio Grueso; Marc Martí, jefe de producción; María Martín, responsable de congresos; Joan Picanyol, subdirector; Laura Fernández, responsable de prensa y Daniel Arias, encargado de mantenimiento.El expediente regulador entró ayer en Trabajo y estará en vigor durante seis meses, a contar a partir del pasado 1 de enero.