E. CAMPO / F. L. JIMÉNEZ

El Niemeyer vuelve a estar en el centro de la campaña electoral a la presidencia del Principado. De nada sirve el rechazo planteado por los grupos municipales de Foro e IU a hacer del equipamiento de la ría arma arrojadiza, cuando tanto el PSOE como el PP afirman rotundamente que va a ser uno de los temas de debate. Ayer mismo la Alcaldesa, la socialista Pilar Varela, anunció que identificará «con claridad» a quien ella cree «que ha hecho daño al Centro Niemeyer». Y también tiene previsto «explicar que el Gobierno de Foro, en estos meses, ha sido un desgobierno para Avilés». «No se ha hecho más daño a una ciudad en tan poco tiempo», añadió Varela.

El presidente del PP avilesino, Joaquín Aréstegui, fue más allá y aseguró: «Si el Niemeyer es un problema político, también la solución es política». En su opinión, ningún tema tiene que estar fuera de la campaña, que es el foro de debate sobre los proyectos de futuro. «Si Foro tiene mayoría para gobernar ya vemos cómo van a funcionar las cosas. Otros partidos tenemos otras propuestas. Y por eso si el PP está en el Gobierno funcionarían de una manera diferente, igual que si está el PSOE». Intentar dejar al Niemeyer fuera de la campaña es, para Aréstegui, del todo punto imposible, teniendo en cuenta que «Foro lo convirtió en asunto político, al entrar como un elefante en la cacharrería sin dialogar». No hablar de este tema, aseguró, sería «como no hablar de los impuestos o de la ronda norte, cada uno tiene su propuesta».

Y aunque en las filas de Foro se prefiere mantener el Niemeyer fuera del debate, lo cierto es que el presidente del Principado, Francisco Álvarez Cascos, no rechaza hablar sobre este tema en las diferentes entrevistas que concede con motivo del adelanto electoral. Ayer mismo, en Televisión Española, justificó el conflicto. «El Centro Niemeyer se gestiona con dinero público, y lo gestiona un patronato que no quiere dar cuenta de su gestión, cuando el dinero público necesita control y transparencia». Cascos también achacó la situación actual a la «negativa de los gestores a presentar una auditoría», y criticó que «una exposición cueste cuatro veces más de lo que cuesta habitualmente un evento de estas características». No dijo a cuál se refería, pero el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, criticó recientemente el gasto de «Luz» de Carlos Saura, que costó 470.000 euros. «Yo no hago acusaciones infundadas. El Niemeyer necesita transparencia, es un principio sagrado», añadió ayer el líder de Foro. Respecto a si la programación que presentó el Principado igualará en difusión a la propuesta por la Fundación del Niemeyer, respondió: «En política el fin no justifica los medios. No es posible cubrir la opacidad con los resultados de una gestión».

Con el PSOE y el PP ya sacando el hacha de guerra, los portavoces de Foro e IU en Avilés piden que no vuelva a empezar la batalla. «El Niemeyer no debería de estar en la campaña electoral, no se puede utilizar como arma arrojadiza», indicó el portavoz forista, Pablo Sánchez Lorda. Y su homónimo de IU, Alejandro Cueli, indicó: «En lugar del Niemeyer, lo que debería de estar en la campaña es el empleo, que es lo primero que se tiene que poner encima de la mesa». El portavoz añadió: «La prioridad ha de ser la industria, que es la que genera puestos de trabajo y riqueza para Avilés. Estamos hablando demasiado del Niemeyer y poco del resto».

El equipamiento cultural diseñado por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer ya va camino de convertirse en un clásico de las campañas electorales asturianas. La primera vez fue en 2007, cuando todavía no se había puesto la primera piedra, y el PP rezumaba escepticismo sobre la construcción del equipamiento. Y así, mientras los concejales populares inauguraban con sorna el «Bar Niemeller», el Gobierno de coalición de PSOE e IU se apresuraba a adjudicar un contrato menor de 60.000 euros para realizar obras de acondicionamiento en la parcela a tres semanas de las elecciones autonómicas. La segunda ocasión en que las urnas pasaron por el Niemeyer fue el año pasado, donde los socialistas aprovecharon para posar todas las veces posibles con el flamante equipamiento, entre las críticas del resto de partidos. Ahora, con el elemento Foro incorporado al panorama regional, el Niemeyer es, más que nunca, argumento de campaña.

Por otra parte, Varela aseguró ayer que acata, si bien no comparte, la decisión del presidente del patronato del Niemeyer, Manolo Díaz, de aplazar al día 3 de mayo la reunión de este órgano anunciada en principio para el pasado lunes. Varela declaró que por su gusto hubiese preferido no posponer la reunión «para tomar decisiones fundamentales, tanto en el orden económico como en el jurídico», si bien recalca que está «segura» de que la Fundación no corre «absolutamente ningún riesgo» por el aplazamiento. En relación al expediente de regulación de empleo (ERE) para el personal de la Fundación, Varela no puso objeciones, aunque admitió que ignoraba quién lo había promovido -«supongo que lleva la firma del director general», elucubró- y afirmó que «tendría que haber entrado en vigor el 15 de diciembre».