Avilés no es Cádiz, pero podría serlo. El Parche se volvió a llenar un año más para presenciar el Festival de murgas, charangas y fanfarrias. A pesar del frío intenso, el público aguantó a pie firme para echar unos bailes, y sobre todo unas buenas carcajadas con las letras de los que mejor saben dar la murga en la comarca: «Los Haique», «La Pecera», «La Hermandad» y «Les viudines del Cayao». Sus murgas tampoco son las chirigotas gaditanas, pero se les parecen, porque rebosan ironía, actualidad y rima consonante. Este año sonaron incluso sevillanas y un «andaluces de Jaén, aceituneros altivos» versionado como «asturianos de Avilés, siderúrgicos altivos». La convocatoria de elecciones anticipadas, el Niemeyer, la reforma laboral y Urdangarín fueron algunos de los temas más recurrentes en las letras.

Al final, se alzaron con el primer premio «Les viudines del cayao», que convencieron al jurado con sus letras y su puesta en escena. Hicieron parodia de las nuevas tecnologías: «Tengo el Windows muy contento lleno de alegrías/ los viajes del Imserso ya no son pa mi/ doy gracies a la mi fía y le pido que no me se cuelgue nunca/ si supieras Manolo/ que chateo en inglés/ tengo amigos troyanos/ les digo a todo yes...». Y también versionaron «El Pericote», con el siguiente estribillo: «Estes viudes nun tenemos/ el chichi pa farolillos/ la reforma laboral/ eso sí ye de banquillo».

La orquestina «La Pecera» -tercer puesto- dedicó parte de su repertorio al presidente en funciones del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, que no salió muy bien parado. «Como el caballo de Atila entraste a gobernar/ y aunque tú te llames Cascos/ tú no puedes con tus cascos al asturiano pisar». Y decía el estribillo: «No te vayas Francisquito/ no te vayas por favor/ que toda la casquería llora noche y día/ porque Cascos la cagó».

Más críticos aún estuvieron «Los Haique» -cuartos- con la concejala de festejos Ana Hevia, a la que dedicaron todo un bloque de su actuación. Sin embargo, la coplilla que arrancó más risas al público fue la dedicada a la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela. Es la que sigue: «Tengo una alcaldesa que estudió en La Luz/ cree en el Niemeyer como yo en la cruz -iban vestidos de santos-/ salió reelegida y se le subió/ de Natalio Grueso ella se enamoró».

Por el ritmo del tractor amarillo optaron los de «La Hermandad» -segundos- para abordar el asunto Urdangarín. «Te casaste jugando al balonmano/ con la infanta que era la menos fea/ y hoy se supo que cuando metías mano/ en vez de teta buscabas la cartera».

También tuvieron su momento las fanfarrias que participaron en el festival: «El Felechu» de Corvera, «Pepe el Chelo» de Candás, «Picante» de Gijón, «Españolitos» de Avilés, y «La Sardina Arenque» de Llaranes. La fiesta charanguera fue el aperitivo de una verbena amenizada por la orquesta «Sintonía de Vigo». También actuaron, esta vez en la plaza de Carlos Lobo, grupos musicales locales de diferentes estilos.

Y aunque el Antroxu no ha terminado, el Ayuntamiento ya ha hecho un balance en positivo. Sin entrar a analizar si la vara de medir utilizada es la adecuada o no, desde luego lo que no deja es indiferente. Porque en Avilés el éxito del Carnaval se mide en función de la basura; a mayor número de toneladas de residuos, más Antroxu. A saber: la noche del Descenso de Galiana las calles de la ciudad acumularon más de ocho mil kilos de basura, un 5% más que el año pasado, cuando se recogieron 7.700 kilos. Según informó la concejalía de Servicios Urbanos -que envió nota de prensa para difundir estos datos-, el aumento de basura se debe a una mayor presencia de personas en las calles de la ciudad. Según reza la misma nota, estos más de ocho mil kilos de basura se concentraron sobremanera en los parques de El Muelle y El Carbayedo. O sea, donde hubo «botellón». El concejal del ramo, Luis Fernández Huerga, agradeció el trabajo al medio centenar de empleados de la empresa de limpieza, que trabajaron duro para que la ciudad amaneciese el domingo resplandeciente.

Hoy es martes de Antroxu, y aunque para el próximo festival de murgas habrá que esperar aún un año, seguro que a los avilesinos les quedan ganas de seguir dando la murga.