Asturias se mantiene en paréntesis ante unas elecciones apasionantes, llenas de incógnitas y con muy pocas certezas. A todo ello se suma la parálisis por la ausencia de presupuestos, la espera a las posibles alianzas, entendimientos o desencuentros que establezcan las urnas. Así que los de a pie nos quedamos de brazos cruzados a ver si en estos quince días logramos resolver el rompecabezas en que nos encontramos. En unos tiempos nada favorables, las elecciones sólo deberían dar un resultado. Un gobierno con un compromiso sólido, con la fortaleza necesaria para llevar a cabo acciones que atenúen el castañazo económico y la capacidad de diálogo para no imponerse a las bravas. Y también deberíamos obtener una oposición responsable, que ofrezca alternativas y permita acuerdos en lo básico. Coloquen ustedes en cada lado a los colores que consideren, que anda la cosa lo bastante justa como para esperar cualquier cosa. Aunque en esto de las elecciones, ya saben... «chi lo sa?».