E. CAMPO

Un informe jurídico externo, encargado por la Autoridad Portuaria, legitima a los patronos del Niemeyer a recurrir los cambios estatutarios que se realizaron el año pasado en la Fundación que gestionaba el equipamiento. Así, dicho estudio otorga no sólo legitimidad sino que aduce razones que avalan la tesis del Puerto, y también de Foro, de que las modificaciones son incorrectas por falta de quórum. Tanto la Autoridad Portuaria como el Protectorado de Fundaciones podrían presentar este recurso, al igual que el resto de patronos.

Estas modificaciones de estatutos son una de las claves de la batalla política que a principios de septiembre se desató sobre el Centro Niemeyer, seis meses después de su inauguración. La batalla política que a principios del pasado septiembre estalló sobre el Centro Niemeyer, a seis meses de su inauguración, está relacionada con la decisión del patronato de modificar los estatutos de la Fundación en dos reuniones que tuvieron como escenario las dependencias de la Consejería de Cultura del Principado, en el edificio Calatrava de Oviedo. Dichos encuentros se produjeron los días 21 de febrero y 4 de junio, esta última tras las elecciones locales y autonómicas que supusieron la salida del PSOE del Gobierno regional.

La tesis que defienden los antiguos patronos de la Fundación es que el objetivo de los cambios es reducir el peso público y dotar así a la entidad de independencia política, con mayor participación privada. Sin embargo estos cambios le sentaron al Gobierno regional, ahora en manos de Foro Asturias, como la prueba de que los socialistas pretendían blindar el equipamiento ante el cambio de color en el Principado.

La disputa se complica porque aunque los gestores y la alcaldesa de Avilés aseguran que las modificaciones se tomaron de forma legítima y por unanimidad de los patronos, Foro asegura que no hubo quórum en ninguna de las dos reuniones. El presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, Raimundo Abando, fue el primero en advertir de que no había suficientes patronos en los encuentros como para dar validez a los cambios. De hecho las modificaciones continúan sin inscribir en el Registro de Fundaciones.

Los cambios que se produjeron en febrero se centran en el fondo fundacional y en los cambios estatutarios. Permite al Patronato designar entre sus componentes, y por mayoría simple, al presidente, vicepresidente y secretario. En el caso del último, abre la posibilidad a que no sea un patrono. Además se nombró a Vicente Álvarez Areces, entonces Presidente, patrono de honor vitalicio. En junio fue cuando se produjo la reducción de la participación pública en la Fundación, con la ampliación de las funciones del secretario (José Luis Rebollo).