T. CEMBRANOS

La Junta de Gobierno Local concedió ayer una licencia a la Fundación Metal para la apertura del centro de formación profesional, ubicado en el Parque Empresarial «Principado de Asturias». El complejo estaba ya en fase de pruebas desde el pasado enero, cuando recibió desde Alemania una pieza del sistema eléctrico que ya había demorado la apertura de las instalaciones. La previsión era que el edificio se hubiera abierto en septiembre de 2011.

El nuevo centro de la Fundación Metal tiene capacidad para formar a 2.100 alumnos al año en disciplinas relacionadas con la industria metalúrgica. El edificio ofertará, además de los cursos que la Fundación viene impartiendo en los últimos años, especialidades novedosas relacionadas con electricidad y electrónica, automatización industrial e instalaciones de edificios.

El nuevo complejo, cuyas obras de construcción se iniciaron en 2008, ha supuesto una inversión superior a los cinco millones de euros y ha sido posible gracias a la cofinanciación de administraciones y empresas. En las instalaciones se centralizará toda la gestión administrativa y la formación que se venía prestando en la calle Jovellanos y en el polígono de Las Arobias. En el moderno centro de la Fundación Metal desarrollarán su trabajo alrededor de veinticinco personas con diferentes perfiles técnicos y unos cincuenta profesionales de diversas especialidades impartirán un promedio de 200 horas diarias de formación a unos quinientos alumnos.

El complejo está concebido como un edificio sostenible, construido en vidrio y acero y con una estructura cien por ciento reciclable y gestionado por tecnología KNX. Está divido en tres niveles destinados a aulas y talleres. Las obras de construcción de este vanguardista edificio, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, concluyeron el pasado mes de mayo. Es trabajo del arquitecto asturiano Sergio Baragaño, que quedó finalista en los premios «Archdaily» 2011 en la categoría de arquitectura industrial. El proyecto de Baragaño quedó finalista junto con las propuestas de Norman Foster, Épitész Stúdió, Ricardo Bak y Batlle & Roig Architects.

Desde el punto de vista de la gestión y la eficiencia energética, el edificio cuenta con diversas fuentes de energía renovable con el consiguiente ahorro energético. Integra sistemas de energía solar térmica, fotovoltaica o biomasa, que permiten poner en práctica un sistema de obtención de energía basado en la trigeneración. Ésta es una tecnología que permite la producción y el aprovechamiento combinado de electricidad, calor y refrigeración con una elevada eficiencia energética.