Catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Oviedo, experto en mercurio

Oviedo, Saúl FERNÁNDEZ

Agustín Costa es catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Oviedo. Dirige un equipo de investigadores sobre el mercurio y otros metales pesados. Esta conversación se desarrolla en su despacho, en la Facultad de Químicas. Ha comenzado a nevar.

-Vamos a empezar por el principio, ¿qué es el mercurio?

-Bueno, pues el mercurio es un elemento de la tabla periódica muy curioso porque es el único metal que es líquido. Y esto llama la atención. Es un líquido grisáceo que se utiliza en los termómetros porque tiene un coeficiente de dilatación constante desde cero a trescientos grados.

-¿Qué significa esto de «coeficiente de dilatación»?

-A medida que aumenta la temperatura sobre el mercurio, este aumenta de volumen y este aumento de volumen es constante. Ha sido un material muy preciso, hasta ahora, el más preciso, sobremanera, para medir la temperatura.

-¿El mercurio es un veneno?

-Es un veneno. En la vida hay muchos venenos. Todo depende de las cantidades: o cura o mata. Los químicos estamos muy habituados a trabajar con venenos. Yo mismo, desde mi más tierna infancia en esta universidad. ¿Qué le puedo decir? Es un veneno, claro que es un veneno, pero como tantos otros. Hay que tomar las debidas precauciones, pero nada más.

-¿Dónde está el mercurio?

-Básicamente, el mineral del que se extrae con mayor frecuencia es el cinabrio, que es un sulfuro de mercurio. En España las minas más importantes han sido las de Almadén. Le cuento una anécdota que ya me contaba mi profesor, Siro Arribas, que daba Química Analítica en esta universidad. Tenía mucho cariño al mercurio. En todos los sentidos. En las minas de Almadén -lo contaba en clase- los mineros se encontraban muchas veces con bolsas de mercurio. Y se las tragaban.

-¿Para tener un sobresueldo?

-Claro, claro. Por la vía oral, el mercurio no tiene problema ninguno. Lo tomaban, lo evacuaban, lo recogían y ya estaba. El mercurio, sí es un tóxico, por supuesto que lo es, pero depende de qué condiciones, cómo y por qué.

-¿Cuál es la vía principal de intoxicación?

-Normalmente, la vía inhalatoria y, dependiendo de qué compuestos forme, también por la vía alimentaria. No es lo mismo el mercurio líquido, con esa densidad tan elevada, es decir, con ese peso enorme, que los compuestos que puede formar. Como tal elemento, por la vía oral la toxicidad es mínima: ya le digo que era de uso habitual de los mineros de Almadén. El gran problema del mercurio, de su toxicidad, está en sus vapores: es un metal que tiene una presión de vapor importante.

-¿Qué significa esto de la «presión de vapor»?

-Que tiene una volatilidad importante, que puede pasar al estado gaseoso con facilidad.

-¿A qué temperatura?

-A temperatura ambiente. Algunas intoxicaciones en niños se producen en los cuartos de baño. Le explico: un termómetro de mercurio donde se suele romper es en los cuartos de baño que tienen poca ventilación. Cuando se rompe, el termómetro, el mercurio se desparrama. Otra de las características de este metal pesado es su gran tensión superficial. Entonces, al romperse, se forman gotas pequeñísimas, que tienen una enorme superficie de contacto con la atmósfera. Al estar tan dividido tiene un poder de formar vapores todavía mayor. Si se está en un baño, en una superficie pequeña, sin ventilación, el vapor que ahí se acumula puede llegar a intoxicar, sobre todo a niños.

-Los trabajadores de la empresa Ingeniería Montajes del Norte (IMSA) afectados por el mercurio trabajaban soldando en un recinto cerrado.

-Si están metiendo calor a unas tuberías que tienen mercurio en su interior, tienen más posibilidades de que ese metal que está en estado líquido pase a vapor y haya sido inhalado y los operarios por eso están intoxicados. En mi opinión, y sin conocer demasiado la parte técnica, esta es la explicación más clara del accidente.

-Y, sin embargo, siguen detectándose más casos de intoxicación.

-Desde un punto de vista técnico no le puedo contestar. Si después de este tiempo siguen cayendo trabajadores con niveles altos de mercurio, o el foco no está controlado o hay más de uno. El mercurio se volatiliza, pasa a la atmósfera y ya es contaminante. Pasa a ser un mercurio dos, es decir, se oxida a través del ozono. Este mercurio dos puede sedimentar en forma de polvillo. Es cierto que el metabolismo es distinto y una persona puede acusar esta contaminación antes que otra. El mercurio es acumulativo y un operario que ha podido estar afectado por él antes del accidentepuede no haberlo sabido en su momento. Cae el primero porque lo venía acumulando de antes.

-¿Por qué el límite es 15 microgramos de mercurio en sangre?

-Son límites de peligrosidad que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) en función de estudios anteriores que señala donde está la tolerancia en nuestro organismo. Todos los tóxicos tienen un límite por encima del cual se consideran peligrosos y hasta ese límite, tolerables. O sea, que tu organismo podría eliminarlos sin dejar efectos en el cuerpo.

-¿Los síntomas, sin embargo, aparecen a partir de los 50?

-La sensibilidad de cada uno es distinta. Vuelvo a decirle que hay quien cuando se entera de su intoxicación está que ya no puede moverse, mientras que otros empeoran mucho más pronto. Eso está en nuestra fisiología. La OMS lo que hace es establecer unos criterios objetivos para saber cómo actuar.

-¿De forma natural, los seres humanos tenemos mercurio en el cuerpo?

-No, no. El mercurio no es un metal que habitualmente esté en nuestro organismo. Está porque nos alimentamos, lo respiramos, pero no es un bioelemento. Todos lo tenemos porque seguramente tendremos una amalgama en los dientes. Y yo también.

-La empresa Azsa entrega un folleto sobre el consumo del pescado y preguntan sobre flúorescentes rotos.

-Quizás deberíamos tener un mayor control en los pescados. Ese mercurio es todavía más peligroso que el inhalado.

-Pero hablamos de trabajadores de una fábrica.

-La prevención y la información a los obreros siempre es más económica y productiva. Es de sentido común. La empresa tiene que decir qué pasa con el mercurio.