La visita del «Juan Sebastián de Elcano», buque escuela de la Armada española, ha dejado un buen sabor de boca a los comerciantes y hosteleros de la ciudad, sobre todo del casco histórico. El elevado número de personas que visitaron esos días el velero bergantín también engordaron los ingresos de las cajas registradoras de los empresarios. Tomás Santos, presidente de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC), afirmó que «la visita del navío ha sido muy positiva, tanto para el turismo como para el comercio; estamos encantados». Sin duda, el lugar donde más se notaba la abundante afluencia de avilesinos y turistas fue en el centro Niemeyer. «Parecía el día de su inauguración, estaba vestido de gala para la ocasión», asegura Santos.

Con las calles llenas de gente paseando y las terrazas de los bares repletas, el presidente de la UCAYC aseguró que «en la ciudad se respiraba alegría». En cuanto al comportamiento de los miembros de la tripulación, Santos no tiene más que buenas palabras: «Su trato con el público ha sido exquisito, y su actitud ejemplar», manifestó. La estancia del «Elcano» trajo un aumento del número de visitantes a Avilés: «Estos días se veían caras no habituales, había mucha gente de fuera. Eso deja claro que todo acontecimiento extraordinario que ocurra en la ciudad es importantísimo para todos», subrayó Santos.

Incluso ayer por la mañana, cuando el «Elcano» ya había abandonado aguas avilesinas, aún se veía más gente de la habitual paseando por las calles: «Es una pena que no haya podido alargar su estancia más días. Es el único "pero "que podemos poner», lamentó el presidente de la UCAYC. «Esperemos que esto suponga un impulso para afrontar el verano y así todos pongamos aún más ganas para salir de esta dura situación económica que estamos atravesando», concluyó.

El centro neurálgico de la visita del navío fue el Centro Niemeyer. Los responsables de la cafetería afirmaron que durante esos días se registraron colas desde primera hora de la mañana, algo poco habitual en el establecimiento: «No recibimos el tipo de clientela a la que estamos acostumbrados, pero la recaudación, tanto de la cafetería como de la terraza, fue muy superior a la de otros días», afirma Iratxe Miranda. En cuanto al restaurante situado en la Torre Mirador, Miranda subrayó que «sobre todo se sirvió a gente del buque». A pesar de que el Niemeyer ya había presenciado atraques de cruceros importantes, ninguno se acerca a la expectación que ha generado el «Juan Sebastián de Elcano»: «La cantidad de personas que ha congregado no es comparable con los anteriores».

El intenso calor que sufrieron los ciudadanos, que llegaron a soportar más de tres de horas de cola, hizo aumentar la recaudación de las heladerías, especialmente las de las proximidades del Niemeyer. Para Margarita Peña, responsable de una heladería, la visita de la embarcación se dejó notar especialmente el martes: «Tuvimos mucha gente todos los días, pero el martes se llegaron a formar grandes colas».

Peña atribuye el éxito de su negocio a que el tiempo acompañó. «Si hubiera estado nublado el resultado no habría sido el mismo», reconoce. A pesar de que la ciudad registró un considerable aumento de turistas, la heladera asegura que «la mayoría de clientes eran avilesinos».

Las terrazas de los locales ubicados en la plaza de España también concentraron a un buen número de clientes esos días. María Dolores García, propietaria de uno de los bares, aseguró que «cualquier cosa que no se vea todos los días en Avilés viene bien a todo el mundo», y coincide en que la expectación que generó el velero de la Armada fue «mucho mayor que la de los cruceros». «Es un acierto que haya atracado en el Niemeyer; a los hosteleros de la zona nos viene muy bien», reconoció. En cuanto a las previsiones respecto a la temporada estival, García se muestra optimista: «Aún estamos empezando el verano».

Las tiendas de recuerdos también registraron importantes ascensos en el volumen de ventas: «Vinieron sobre todo turistas; no se acercaron muchos marineros a comprar», explicó José Martínez, responsable de un comercio de «souvenirs». «El festival AUfemar es una buena iniciativa y al pequeño comercio le va muy bien. En estos tiempos de crisis todo suma», añadió. Respecto al perfil del comprador, Martínez comentó que se acercaron algunos «guiris», aunque creía que su visita nada tenía que ver con la presencia del «Elcano». Sin embargo, Nati Furones, de un establecimiento de artesanía, opina lo contrario: «La gente iba directamente para el Niemeyer y no se paraban a visitar el resto del casco histórico».

Precisamente en el centro Niemeyer estuvo hasta ayer colocada la tienda de recuerdos de la visita del «Juan Sebastián de Elcano» a la villa. Ya el martes por la mañana, Paula Marcos, dependienta, aseguraba que estaba todo vendido: «Es un éxito, está casi todo agotado». Los ciudadanos pudieron adquirir hasta ayer polos, camisetas, chalecos y gorras para recordar esta visita marcada en rojo en el calendario de Avilés.

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