Marcos, un explorador que en su periplo aventurero por el mundo se dedica a observar y cuidar animales, es el personaje que actúa como hilo conductor de la campaña solidaria "Faunografía", realizada por los alumnos de tercero de Diseño Gráfico de la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias. Bajo la supervisión y dirección del profesor y diseñador gráfico Jorge Lorenzo, dieciséis estudiantes idearon y construyeron un juguete compuesto por tres cubos de madera de 6x6 cm sobre cuyos lados pintaron a mano las figuras de diferentes animales divididas en cara, tronco y extremidades, partes que se combinan entre sí. Tras poco más de un mes de intenso trabajo y en el que consiguieron dar forma a 30 puzles, los pusieron a la venta en un mercadillo celebrado en La Laboral (Gijón) al precio de 20 euros y el dinero recaudado lo donaron a la Fundación Cuentasueños.

El trabajo, que forma parte de la asignatura Diseño y Usuario, que imparte Lorenzo, "nació con el objetivo de acercar a los alumnos al ámbito profesional de una manera inmediata", apunta el diseñador. En el aula, dice, "siempre propongo proyectos reales que no generen competencia ya que el diseño sin usuario no existe para mí".

Los jóvenes, por su parte, quisieron desde un primer momento imprimir a la actividad un carácter solidario, que sirviera para ayudar a los más desfavorecidos, máxime en estas fechas navideñas. Pero además, con él también pretendían "dar a conocer la escuela y el diseño gráfico, así como conseguir hacer un trabajo real, que exigiera salir a la calle y entrar en contacto tanto con proveedores como con clientes", comenta Adrián Luján Herrero. Este alumno de tercer curso, uno de los dieciséis implicados, reconoce que la experiencia "fue muy estresante" pero confiesa sentirse "muy satisfecho" con los resultados alcanzados "ya que hemos aprendido más que con los trabajos ficticios".

Igualmente complacido se manifiesta Jorge Lorenzo, que apostó desde un principio por un proyecto que requirió muchas horas de dedicación y la colaboración desinteresada de empresas como Ecoprint o Morés. "Además del trabajo en clase, hicimos muchas horas extras, por las tarde en la escuela, que nos respaldó, en el estudio de Lorenzo y también en las casas donde nos reuníamos", comenta Adrián Luján, deseoso al igual que sus compañeros de poder dar continuidad a esta iniciativa. "Estamos hablando de emprender otros trabajos. La idea es ir desarrollando poco a poco las ideas que vayan saliendo", dice. Y en ello volcarán sus esfuerzos a lo largo del presente curso y durante el próximo, último de la carrera de Diseño Gráfico

En esta línea se manifiesta igualmente Lorenzo, que confiesa que "la mayor satisfacción de proyecto es crear un clima futuro de trabajo".