Olvido García Valdés (Santianes de Pravia, 1950) envolvió ayer a los espectadores que escucharon su voz en un manto de versos que son memoria y son recuerdo. La escritora asturiana y la saxofonista Chefa Alonso presentaron ayer en el Club del Niemeyer el espectáculo "¿Qué sabes de lo verde, centinela?", una muestra escogida de la obra de la Premio Nacional de Poesía de 2007, una combinación de versos y "free-jazz" que sobrecogió a un auditorio exquisito que se dio cita ayer en Avilés.

A media luz, con la voz clavada en un micrófono, la escritora pronunció: "Un libro que leyó y releyó / aparece en sus manos / como en manos ajenas. Fija / en la copa del árbol la imagen / del vacío, respira sosegada, alza / ramas y hojas con ritmo de pulmón, / descienden. Dice algunas / palabras repetidas, consuelo / busca, sabe que animales / temidos hallan a quien los acecha". Y los espectadores se quedaron congelados. García Valdés leía, Alonso ponía la banda sonora y el público se inquietaba.

García Valdés explicó la génesis del espectáculo: el diálogo entre la poesía y la música. "La propuesta textual es mía". La colaboración entre Alonso y García Valdés viene de atrás, del año 2011: "Cada uno de los espectáculos que he hecho con ella ha sido único, es decir, cada uno ha sido distinto", contó la escritora a LA NUEVA ESPAÑA. "Repaso toda mi obra. El título del espectáculo da respuesta al modo de mirar y escuchar el mundo cuando eres niña, cuando yo era niña en Santianes de Pravia. Se trata de contar la memoria del origen, el lugar en el que empezamos", comentó. Y con esa envoltura dejó a los espectadores que ayer tarde cruzaron la plaza del Niemeyer bajo la lluvia.

Sobre el escenario, Chefa Alonso se ocultaba entre platillos, entre campanas, cencerros... "Percusión menuda" para los versos menudos de la escritora asturiana incluida en el "Grupo de Valladolid", una promoción de poetas que dio su salto mortal en la segunda mitad de los años noventa, en el entorno de la revista "El signo del gorrión" o "Los Infolios", bajo el magisterio de Antonio Gamoneda y el amparo crítico de Miguel Casado, que es quien organizó la antología "La prueba del nueve", un libro clave para entender cierta poesía contemporánea, la practicada, entre otras personas, por la propia García Valdés, aunque rechazara esta adscripción en la misma entrevista: "La crítica y la Universidad necesita clasificar las nuevas creaciones, agrupar poetas en torno a una fecha o un lugar. Es un modo de simplificar, de acotar y transmitir el fenómeno de la Literatura contemporánea, que es tan cercano. Ves las obras de aquellos que decían que formábamos un grupo y son distintas. Tomás Salvador, Miguel Casado hacen unas creaciones absolutamente ajenas. Eso sí, teníamos discusiones estupendas".

El ciclo "Entre versos y acordes" está producido por El Cohete Internacional, que ya a finales del pasado año 2012 trajo a Avilés al novelista vasco Bernardo Atxaga y al acordeonista Jabier Muguruza. Se trata juntar músicos y poetas y, juntos, descubrir los matices más escondidos de la Literatura. Eso fue lo que pasó ayer.