"Los Sidros", esos seres de máscaras rojas, cencerros y melenas hechas a base de pelo de animal y de Valdesoto, llegaron a Las Vegas y conquistaron el concejo. Y entre risas y saltos, los sierenses pidieron el aguinaldo, como se hacía en los Carnavales ancestrales asturianos. El dinero que recaudaron tiene un fin solidario: obtener fondos para Elena Barreiro, una niña que padece el Síndrome de Sanfilippo, una enfermedad catalogada como rara. Este trastorno es degenerativo y hereditario y se desarrolla durante la infancia. Según los especialistas, se trata de una especie de alzheimer infantil. Esta enfermedad está originada por la mutación de un gen que provoca que el cuerpo no sea capaz de descomponer azúcares de carácter tóxico.

Al mediodía, "Los Sidros" comenzaron a desfilar por las calles de Las Vegas entre saltos y brincos apoyados en una pértiga.