Un espeleobuzo del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil sufrió ayer heridas de consideración en un dedo de la mano izquierda tras sufrir un accidente -le cayó encima una plancha- cuando participaba en las tareas de inspección y búsqueda de los cinco tripulantes enrolados en el buque "Santa Ana" y aún desaparecidos. Como resultado le amputaron parte de dos dedos de la mano izquierda.

Eran las 5 en punto de la tarde cuando emergieron varios submarinistas del entorno de la isla de La Erbosa, donde está hundido el pesquero. Los buzos requirieron entonces, con gestos, ayuda a las lanchas de salvamento que estaban en las inmediaciones, y que siguen constantemente las tareas de rastreo que protagonizan los buzos. En cuestión de segundos, el submarinista fue trasladado en una barca a la patrullera de altura "Río Miño".

En esta embarcación permaneció unos minutos hasta la llegada del helicóptero de salvamento marítimo "Helimer". Un profesional se deslizó desde el autogiro hasta la patrullera, y poco después la misma persona subió al agente herido en la mano con la ayuda de un gancho. El buzo dañado -en un principio se temió que sufriera la amputación de un dedo- fue trasladado entonces a un centro hospitalario de Gijón y, de ahí, al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) donde a última hora de la tarde fue sometido a una intervención de cirugía plástica.

El rescate del buzo causó gran expectación en el cabo Peñas, donde decenas de curiosos seguían las operaciones de rastreo de los profesionales de salvamento. Durante el tiempo que duró este proceso, un helicóptero de la Guardia Civil permaneció suspendido en el aire guiando la maniobra.