El trabajador de mantenimiento del Hospital San Agustín acusado de apoderarse de material del centro valorado en más de 15.000 euros negó ayer los hechos que le atribuyen la Fiscalía y el Servicio de Salud del Principado de Asturias. El procesado reconoció en el juicio que en una ocasión intentó llevarse dinero de la cafetería del centro hospitalario (sin éxito), y que para ello llegó a mover una cámara de seguridad, pero se desvinculó de los hurtos que le atribuyen las acusaciones. Su abogado, Pablo Martínez-Guisasola, solicitó la libre absolución de su cliente y reprochó a las partes que intenten atribuir al procesado la sustracción de material sin pruebas.

La Fiscalía imputa al trabajador un delito continuado de hurto y solicita que le condene a un año y tres meses de prisión, el pago de una indemnización de 15.636 euros al Sespa por el material sustraído (varios ordenadores portátiles y una CPU) y de 141,60 euros a la empresa titular de la cafetería del hospital por los daños ocasionados en una cámara de grabación. Los supuestos hurtos se sucedieron entre 2009 y 2011.