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La receta mágica de Cueli

El candidato de IU desvela cómo sulfatar con ortigas, tras suscitar expectación su método, revelado en la campaña

Alejandro Cueli, rodeado de cultivos. RICARDO SOLÍS

"Cueli, ¿cómo es eso del sulfato con ortigas?" El candidato de IU a la Alcaldía, Alejandro Cueli, ha tenido que escuchar de forma reiterada esta pregunta, desde que en una entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA afirmó que emplea esta receta para tener sanos los cultivos de su huerto sin tener que emplear productos químicos. Y por eso, ante la expectación, y a la espera de que el próximo mandato de el pistoletazo de salida, Cueli accedió a revelar las claves de una receta que despertó más curiosidad que cualquier promesa electoral.

"Las ortigas sirven para hacer un caldo que se usa como insecticida, para eliminar los pulgones, y como fertilizante", explica Cueli. También previene enfermedades como el mildiu y el oídio. Y ahí va la receta. En un bidón de plástico se ponen 1 kilo de ortigas y 10 litros de agua (a poder ser, de lluvia). Y se deja fermentar, mejor si le da el sol, removiendo todos los días un par de veces. No puede utilizarse ningún utensilio metálico porque la sustancia lo corroe, no debe de respirarse sin protección y después de utilizarlo ha de dejarse un plazo de seguridad de al menos cinco días antes de consumir los alimentos.

Ese líquido se puede utilizar a los cinco días para fumigar, y a los diez para fertilizar, pero hay que colarlo bien para que no tupa la sulfatadora. Además hay que mezclarlo con agua: si es como insecticida, un litro de líquido por cada 10 de agua, y para fertilizar, dos litros del preparado de ortigas por cada 10 de agua. Según el candidato de IU, una vez detectadas las plagas de pulgones, palomillas, orugas o larvas hay que actuar rápidamente para que no se propague: una sulfatada cada tres días. En cuanto a su uso como fertilizante, se puede regar o sulfatar, y se puede aplicar cada 15 o 20 días tanto sobre frutales como sobre hortalizas. Los restos se echan en torno a los árboles porque la ortiga es rica en hierro.

Eso sí, en caso de que la fermentación sea durante más de un mes, la disolución en agua tendría que ser mucho mayor. Y al contrario, si la fermentación ha sido la mínima, de tres días, no hace falta diluir.

No es la única receta que Cueli ensaya en su huerto de Villaviciosa. Tiene también soluciones de ajo y de cebolla contra los pulmones, y de tabaco contra las cochinilllas y gusanos.

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