El Fuero de Avilés es el certificado de nacimiento de la villa, "la primera del Cantábrico", apuntó ayer el profesor Miguel Calleja, que se ha encargado de coordinar la exposición sobre la historia centenaria de la Autoridad Portuaria de Avilés que abrirá el próximo martes."Durante un semestre todos los avilesinos conocerán lo que hacemos y lo que hicimos", señaló Santiago Rodríguez Vega, el presidente de la Autoridad Portuaria. Él y la alcadesa de Avilés, Mariví Monteserín, se encargaron ayer de presidir el acto de traslado de las dos copias del Fuero a la cúpula del Niemeyer. "No podían faltar: Avilés tiene fuero porque antes hubo puerto", recalcó Calleja.

El traslado de los documentos fundacionales de la villa se hizo con extremo cuidado: una furgoneta refrigerada transportaba una caja de madera de pino que dos operarios condujeron a la primera planta de la cúpula. Allí dos muebles-vitrina iluminados con una luz tenue aguardaba para acoger en su seno los documentos: el Fuero de 1155 y su copia del siglo XIII, que adquirió el Ayuntamiento de Avilés en 2009 "después de una ardua negociación", aclaró Covadonga Cienfuegos, la directora del Archivo Municipal, "uno de los más importantes del reino", ponderó el doctor Calleja, encargado por la Autoridad Portuaria de Avilés de diseñar el proyecto expositivo que resumirá los cien años de la Junta de Obras del Puerto (se fundó en 1915) "y mucho más". Tanto que la mirada de los expertos se trasladó un milenio atrás.

Calleja fue el responsable de dar carta de originalidad al Fuero de Avilés. Esta originalidad había sido puesta en duda en el siglo XIX "porque este documento difiere de los que de su tipo se conocían entonces", explicó Calleja. Y es que el Fuero de Avilés fue el primero de todos. "Los avilesinos nunca han perdido el documento de su nacimiento", apuntó Calleja.

Los dos documentos que se podrán ver en la cúpula del Niemeyer durante las dos próximas semanas "son importantes desde el punto de vista de la Historia y también de la Diplomática", dijo Covadonga Cienfuegos. Gracias a su comparación se pudieron conocer sus usos. "Los comerciantes de Avilés estaban exentos de pagar ciertos impuestos por ser de Avilés, la ciudad que tenía un puerto del que salían mercaderías y entraba el progreso", comentó Calleja. "Por eso se realizó la segunda copia, porque había pleitos con otras ciudades y los avilesinos tenían que defenderse mostrando el Fuero", añadió el profesor. El original, el de 1155, se mantenía guardado en el Arca de la Ciudad, que era una caja de caudales con tres o cuatro llaves -para obligar a tres o cuatro personas a abrirla a la vez-. En ella se protegía "el Fuero, pero también las unidades de medida de la sal, mucho antes del sistema métrico decimal", explicó Calleja.

Tras sellar los muebles-vitrina, las autoridades dejaron la cúpula para atender a la prensa. "Esta exposición es una buena oportunidad de remarcar los vínculos que tiene la ciudad con el Puerto", aseguró Rodríguez Vega. Para llevar a cabo este proyecto que estará abierto de par en par hasta comienzos del año próximo, la Autoridad Portuaria se puso en contacto con Calleja, que se puso al frente de un equipo de historiadiores y geógrafos.

"Habrá dos fases en la muestra: la que va desde la concesión del Fuero al siglo XIX y la que resuma los cambios que vinieron después. La primera se verá en la primera planta de la cúpula y la segunda, en la planta baja", explicó Calleja. "Es una buena oportunidad poder ver los fueros originales con motivo de la inauguración de la exposición sobre la historia del Puerto", recalcó la alcaldesa. Tras las dos primeras dos semanas, los documentos serán sustituidos por copias de gran calidad. "Es posible que vuelvan al cierre", aclaró Rodríguez Vega.