Santiago Lavandera es el director en Ingeniería y Desarrollo Europeo de Idesa, y desde la experiencia que ya tiene la empresa en el parque científico de Gijón afirma que la nueva organización es un "valor añadido" de cara a los clientes. "Por eso la idea de parque tecnológico en Avilés nos resultaba muy familiar. Es una oportunidad de mejorar el entorno, porque nuestro potencial real está en Avilés: aunque la cabeza de Idesa esté en Gijón, su corazón está en Avilés".

Los accesos al puerto son, en el caso de esta empresa, fundamentales para permitir la salida de grandes piezas directamente desde la fábrica hasta los barcos que las transportan a su destino final. Y considera Lavandera que es una de las claves de la importancia de este parque tecnológico, junto al hecho de que incluye en él todas las fases del producto del acero, desde la investigación hasta la pieza final. "La previsión es que el parque tecnológico genere trabajo de alto valor añadido: no sólo trabajadores de talleres, sino de ingenieros". La empresa cuenta con unos 400 trabajadores y, según asegura Lavandera, "en Idesa se hace mucha más innovación de lo que se cree, innovación oculta, desde los inicios, de la mano de José Manuel Sánchez; él fue la cabeza pensante y a partir de ahí se desarrolla un área potente".

En opinión de Santiago Lavandera, el parque permitirá también potenciar el área de I+D de Idesa. "Nos abre un gran abanico de posibilidades; un objetivo claro es que el producto final tenga un valor añadido más elevado". Y concluyó: "Gracias a los trabajos de innovación de I+D podemos conseguir que los producos sean diferenciados de los del resto del mundo".