Las grabaciones no están permitidas en la sala de partos del Hospital San Agustín de Avilés. La gerencia del área sanitaria III, al igual que las del resto de la región, no autorizan a los futuros padres filmar el nacimiento de sus hijos. "Se trata de un acto clínico que afecta al trabajo profesional y por tanto no se pueden grabar los partos", apunta un portavoz de la Consejería de Sanidad del Principado de Asturias, para a continuación explicar la única excepción que se aplica a dicha norma: "Un estudio o una investigación médica, y siempre previa autorización", añade la citada fuente informativa.
El deseo de algunas familias de guardar para el recuerdo la llegada al mundo del bebé queda frustrado ante este precepto. Compensan dicha prohibición con el amplio reportaje fotográfico que instantes después del alumbramiento protagonizan la madre y, sobremanera, el bebé.
Frente a los padres que aspiran a grabar el nacimiento para años después mostrárselo al ya niño o adulto se encuentran las madres que rechazan la presencia de sus parejas equipados con cámaras de vídeo y de fotografías, ya que, dicen, les provoca inquietud. Un momento así, apuntan, exige máxima concentración y lo que necesitan es sentir la cercanía y el apoyo de su compañero durante todo el tiempo que permanece en el paritorio.
