Las naves de Balsera, viejos almacenes en su día dedicados al comercio de ultramarinos, sufren un avanzado estado de deterioro. El paso de los años ha hecho mella en el conjunto, considerado una joya industrial. Pero no solo eso. Los cacos llevan tiempo desmantelando las naves, según confirmaron medios policiales. Ayer los agentes detuvieron a tres personas -R. J. J., de 52 años; M. J. G., de 29 y L. A. J. J., de 20- en plena faena.

Los tres arrestados estaban en el interior de los almacenes supuestamente retirando placas de cinc del tejado, siempre según información a la que tuvo acceso este diario. La hipótesis es que los ladrones estaban quitando y apilando dichas estructuras -la tonelada de cinc viejo puede alcanzar los 900 euros en las chatarrerías- para hacerse con ellas por la noche. Los ladrones accedieron a la nave por una ventana, según fuentes policiales. Las mismas voces confirmaron los "importantes daños" que sufren los almacenes ya de por sí deteriorados: "Los cacos han ido desmantelando el tejado poco a poco, hoy (por ayer) no es la primera vez que entraban".

La Policía detuvo a los tres presuntos ladrones alrededor de las cuatro de la tarde. Una llamada anónima les puso en alerta. Los agentes sorprendieron a los supuestos delincuentes con las manos en la masa. Los ladrones pasaran a disposición judicial próximamente.

Los almacenes construidos a principios del siglo XX por el entonces presidente de la Cámara de Comercio, Victoriano Fernández Balsera, quien controlaba buena parte de los tráficos portuarios de entonces, están de capa caída. La propiedad, que es compartida, anunció en 2013 su intención de abrir las naves a todos los vecinos para su uso y disfrute. Desde entonces los locales únicamente sufrieron un lavado de cara en la fachada que da a la ría de Avilés. El pasado año los dueños del inmueble acondicionaron las estructuras para evitar los desprendimientos y renovaron también la pintura de los tres edificios industriales.